miércoles, 20 de mayo de 2009

El cazador de libros (1) Cacería en el Puerto

Un auténtico cazador no suele compartir sus zonas de caza pero, en fin, como no se le puede poner puertas al campo… Creo disponer de un buen olfato que me avisa de la presencia de libros cazables en las cercanías. Paseando por el Puerto de la Cruz, el pasado sábado por la mañana, detecté a lo lejos, en un rincón del viejo muelle, un mercadillo. Las moléculas que se desprendían de los libros invitaban a acercarse. Era un puesto benéfico del Club de Leones. Entre las cosas amontonadas había un par de cajas de libros. Lamentablemente había otro cazador en la zona y creo que se hizo también con algunas buenas piezas. Inesperadamente también yo hice estragos. Paso a relatar el sangriento resultado:
- “Narciso y Goldmundo” de Herman Hesse (Edhasa, 1997). Entre los 16 y los 18 años tuve una auténtica pasión por Hesse. Leí Siddhartha, El Lobo Estepario, Demian y Lecturas para minutos. Desde entonces no he vuelto a leer nada de este premio nóbel. Este "Narciso y Goldmundo" es una novela de 1930 de cierto contenido filosófico.
- “Viajes” de Marco Polo (Óptima, 1997). Un clásico indiscutible. Lo ojearé un poco.
- “La velocidad de la luz” de Javier Cercas (Tusquets, 2005). Acabo de terminar “Anatomía de un instante” (que ya comentaré) y tengo en lista de espera su “Soldados de Salamina”.
- “Una soledad demasiado ruidosa” de Bohumil Hrabal (Destino, 2000). Un autor desconocido para mí. Ojeando el libro veo que se trata de un autor checo, censurado a partir de la ocupación soviética de 1968 y que trata de un trabajador que tritura papel y reproducciones de cuadros en Praga. Para los enamorados como yo de la capital de la República Checa, prometedor.
- “Objetivo Moscú” de Claude Bertin (Amigos de la Hª, 1974). Un libro correspondiente a una colección sobre la II Guerra Mundial aunque una edición extraña, tiene un preocupante aire a lo “Rider Digest”.
- “Historia de la Farmacia” de Cowen y Helfand (Doyma, 1990). Se trata de un libro de grandes dimensiones patrocinado por una corporación farmacéutica. Tiene una gran cantidad de ilustraciones, carteles y grabados. Muy interesante para cualquier amante de la Hª de la Ciencia.
Lo realmente espectacular de esta cacería fue el precio del total de los libros: ¡5 euros! por todo este género. Es el sueño del bibliófilo: los mejores libros al menor precio.
De camino a casa pasamos por un centro comercial. Después de hacer algunas cosas completamente superfluas y prescindibles, como comprar alimentos y otras fruslerías, decidí rematar la faena regalándome otro libro:
- “Guía del autoestopista galáctico” de Douglas Adams (Anagrama, 2008). Se trata de un libro de ciencia ficción del que había leído algunas muy buenas referencias últimamente. Adams (1952-2001) es, por lo visto, un autor de culto en este género en los EE.UU. A ver qué pasa.

1 comentario:

  1. Sobre 'Guía del autoestopista galáctico' tienes razón, es un clásico no sólo de la sci-fi, también del humor. Si lo lees, encontrarás un nuevo significado a '42' ;)
    Respecto a los viajes de Marco Polo lo he comenzado al menos tres veces y no he podido rebasar las primeras páginas que si mal no recuerdo dedica, agradecido, a un mecenas.
    Por último debes pensar en la bilis ajena al comentar que toda la caza ha sido por cinco módicos euros, no estamos para sustos ;)
    Saludos

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