lunes, 25 de mayo de 2009

Filosofía de la Mañana (2) Vuelven a la carga

Anuncian la enésima desaparición de la Filosofía. Esta vez parece que la cosa empieza por la Comunidad de Madrid y las alarmas, cual gripe A, han saltado de nuevo. No nos queda más remedio que volver una y otra vez sobre este tema. Los lobos rondan la presa y no la soltarán hasta que den buena cuenta de ella. ¿Cómo quitarse de encima una cosa, esto de la Filosofía, que les sobra? Una materia que no evalúa el informe PISA, que no es productiva (al menos como la grey dominante entiende lo de productivo), que trata de temas que nadie (¿nadie?) entiende. Hay que ir socavando el terreno poco a poco hasta que esta materia desaparezca por inanición. Ese espacio horario es un botín muy codiciado. En Canarias las mentes pensantes de la administración suelen esperar a ver las tendencias. No suelen caracterizarse por la innovación precisamente. Así que estarán atentos a la movida en la Comunidad de Madrid y al posible efecto dominó posterior. Parece que la peña se ha organizado esta vez y han montado una contraofensiva. Les adjunto este enlace para más información: http://www.filosofia.net/materiales/manifiesto.html
Precisamente, el pasado mes me invitó mi admirada Ana Hardisson a participar en una mesa redonda en el Ateneo de La Laguna con el título “La Filosofía en las Aula: presente y futuro”. Asistieron una treintena de personas, muchas de ellas estudiantes de la Facultad de Filosofía y algunos profesores de la misma. Siempre es grato volver a sentirse en medio de este ambiente (sobre todo con la visita posterior al “Tocuyo” donde el “vino con vino” me hizo rejuvenecer 20 años). En realidad, lo que uno pueda decir no es sino un paréntesis a la disertación de Ana, quien ha participado tanto del mundo de la docencia universitaria como de la enseñanza secundaria. Entre otros temas, se planteó, como siempre, la sempiterna cuestión del lugar de la Filosofía en la escuela.

Todos estamos de acuerdo en su potencial como foco de formación de ciudadanía, en su armazón crítico, en su despliegue intelectual y su carácter interdisciplinar pero debemos preguntarnos, además de las razones expuestas más arriba, si tenemos (el colectivo del profesorado, las facultades de Filosofía) algo que ver con ello. Ya nos enseñó Kant que la Razón debe partir de su propia autocrítica. Así que, en primer lugar, debemos reconocer que tenemos una acusada tendencia a constituirnos en un reducto extraño en los centros, convenientemente protegidos en nuestras torres de marfil, encantados con nuestras abstrusas disquisiciones (tanto con el alumnado como con los compañeros), con nuestro autoconcedido papel de guardianes del saber. Detrás de cada profesor de Filosofía anda toda una escuela de pensamiento en la que no cabe la más mínima matización. Nos encanta el papel de lobos esteparios, con un leve toque nihilista, muchas dosis de escepticismo y unas gotas de cinismo para las ocasiones especiales. Y así nos va. Está claro que esta no es sino una generalización mal intencionada. Ahora mismo me vienen a la cabeza más de un ejemplo de todo lo contrario pero… El día que bajemos de la higuera empezará a quedar claro que detrás de las grandes palabras hay una palpable realidad.

2 comentarios:

  1. Bueno Damián, tú no te preocupes, que si la Filosofía desaparece, siempre nos quedará el Génesis...

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  2. Acabo de encontrar, no cabe duda, una nueva esperanza.

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