martes, 14 de diciembre de 2010

El Catalejo (17) ¡Barra libre, Mohamed VI!

La Unión Europea, con España como principal promotor, acaba de dar por zanjada la “crisis” (¡ah! ¿pero hubo crisis?) con Marruecos por los sucesos de El Aaiun. Además, para que el amigo Mohamed VI no se nos mosquee, que andan muy suceptibles los muchachos últimamente, han firmado varios acuerdos de cooperación (más tomate marroquí para Europa). Nuestra flamante ministra de asuntos exteriores, Trinidad Jiménez, no desperdició la oportunidad de ponerle la guinda al pastel y declaró muy ufana ella que "ningún suceso va a alterar la relación que tenga la Unión Europea con Maruecos”. Como a la señora Trinidad no le suponemos un pelo de ingenua damos por hecho que es perfectamente consciente de que esto supone firmar la sentencia de muerte política del pueblo saharaui.
La ignominia moral del gobierno español roza cotas desconocidas desde la llegada de la democracia a este país. A base de querer distanciarse del estilo Aznar, el del puro en la boca y los pies en la mesa junto a Bush, el de la foto de las Azores y el acento chicano de toda la vida, han terminado por dar un giro de 360º y llegar al punto de partida del que pretendían diferenciarse (eso sí, en plan talante y esas cosas). Con este planteamiento la próxima vez que Marruecos masacre a los saharauis los harán miembros de pleno derecho de la Unión Europea y la siguiente ingresan de lleno en el euro (siempre y cuando no sea Marruecos quien exija que el resto de la UE adopte el dirham, claro). Vamos a tener tomate marroquí en el desayuno, almuerzo y cena como sigamos con este plan. O sea que ¡barra libre, Mohamed VI! Trinidad Jiménez, siempre en aras del buen rollito, acaba de decretar que puede usted hacer lo que le venga en gana que aquí paz y después gloria, que dos no pelean si uno no quiere, my friend. Para qué mosquearnos por quítame allá unos saharauis.
En realidad esta cobardía moral no es de ahora. Los papeles de Wikileaks demuestran que después de que Zapatero tomara la decisión de retirar las tropas españolas de Irak estuvo el resto del tiempo pidiéndole perdón al gobierno norteamericano por ello y en más de una ocasión de una manera bastante patética (que se lo pregunten a la familia de José Couso). Con esta endeblez, con este doble juego moral, no es de extrañar que esta gente haga oídos sordos a todo lo que suponga un mínimo inconveniente a la “conjunción interplanetaria” Obama / Zapatero. ¿Era este el socialismo del siglo XXI? Los “intereses españoles” no son, por lo que se ve, los de la memoria histórica, la justicia y los Derechos Humanos. Eso está bien para la escuelita, el artículo dominguero de opinión o la cena oficial ante otros jefes de Estado con la prensa de por medio. En esto, hay que admitirlo, no nos distinguimos en nada del resto de los países de este orbe mal avenido. Si escarbamos un poquito, si vamos un pelín más allá de la estrategias de comunicación y el manual de estilo, vemos que es más de lo mismo. Otro capítulo más de la Historia Universal de la Infamia, como diría Borges.

4 comentarios:

  1. Excelentemente explicado.Desgraciadamente, eso es lo que tenemos... ¿merecidamente?

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  2. ¿Qué hacemos entonces como mediador del conflicto? Militarizamos también el espacio aéreo de Marruecos? ¿Hacemos el desembraco de Normandía (versión "Agadir") con nuestras tropas y con cazas bombarderos? ¿Declaramos pública y abiertamente un bloqueo internacional de las relaciones con Marruecos? ¿Nos enfrentamos a EE. UU. y a Francia que tienen clarísimos intereses económicos en ese país? ¿Nos enfrentamos al mundo y a Marruecos y así consguiremos defender que se cumplan los derechos humanos con las ciudadanos saharuis? ¿Saldríamos bien parados en Canarias con una postura de este estilo?¿Cuál es la alternativa "ideal, pura e inmaculada" para mediar en este conflicto y llegar a buen puerto?

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  3. Querida Carmen, me temo que, efectivamente, eso es lo que nos merecemos. Bueno José Antonio, el caso es que, con tu permiso, niego la mayor. NO ESTAMOS EJERCIENDO DE MEDIADOR EN EL CONFLICTO. Le hemos dado carta blanca a una de las partes (a las declaraciones de Jiménez me remito). A partir de ahí sobran más comentarios.

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  4. Siento la pena negra que me hace escribir estas letras, pero tras tantos años viendo tantas cosazas, esto, por muchas manifestaciones que se hubieran hecho, o que se hicieran, se veía venir. Y no es videncia es evidencia política. Un fuerte abrazo.

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