Reconozco que tengo una atracción casi infantil por los libros álbum que están proliferando últimamente en las librerías. Me refiero a estas publicaciones que suelen venir embuchadas en una caja y que contienen toda suerte de fácsimiles y reproducciones de documentos con total fidelidad. Baltasar me ha dejado un nuevo libro álbum sobre Los Beatles editado por la Cúpula -todo un regalo para los mitómanos. El álbum incluye reproducciones de cartelería, entradas de conciertos, letras y manuscritos. Y como suele ser habitual en este nuevo género bibliográfico hace gala de un diseño gráfico verdaderamente atractivo. Este ejemplar se une a los que ya forman parte de mi biblioteca. A saber: uno sobre Frank Sinatra, otro sobre las Guerras Napoleónicas, el Titanic, Einstein y La Guerra de las Galaxias. Todo muy mainstrein, evidentemente. Pero un gozo visual sin lugar a dudas. El único 'pero' es que no son ejemplares manejables. A veces termina cansando un poco lo de sacar el material de su funda, desplegarlo y volver a colocarlo en su sitio. Sobre todo porque es un poco incompatible con los lectores de cama o sofá como es mi caso. Pero, quitando esta pequeña salvedad, cada página es un continuo descubrimiento. Por cierto, que en estos libros álbum encuentro otro argumento de peso contra la maldita proliferación de ese artefacto del demonio que es el mal llamado libro electrónico. No creo que los prodigios de las pantallas táctiles de ultimísima generación puedan hacer sombra siquiera a la sensación que produce estas reproducciones en manos del lector y los alardes de diseño que suelen ser cada una de las páginas. He depositado “Los tesoros de los Beatles” en la pequeña mesilla circular que se encuentra junto a mi sofá de lectura para dar buena cuenta de él esta misma tarde.
[El Cazador de Libros (2)]
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