
Los doce individuos representan cada uno de ellos un arquetipo psicológico: el irascible, el frívolo, el prejuicioso, el racional, etc... A pesar de que practicamente no se conocen entre sí el espectador va adentrándose en la mente de cada uno de los personajes gracias a un guión y a una dirección soberbias. El principal protagonista, Henry Fonda, inocula en sus compañeros de jurado el virus de la duda (una duda razonable). Utilizando un razonamiento apabullante va desarmando las actitudes y los prejuicios de los demás hasta el punto de que una decisión casi unánime de culpabilidad se transforma al final de la película en todo lo contrario. La pregunta que siempre me hago es si un fan de, pongamos por caso, "Avatar" es capaz de permanecer sentado frente a una película en blanco y negro y cuya acción no es sino el diálogo de doce hombres en una sala claustrofóbica en un día de intenso calor.
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