sábado, 4 de septiembre de 2010

La II Guerra Mundial (4) Maus, de Art Spielgeman

Art Spiegelman es un grafista estadounidense hijo de unos judíos polacos que vivieron el terrible episodio del holocausto. Su madre y su hermano pequeño, a los que nunca conoció, sucumbieron y sólo su padre sobrevivió. En “Maus” (Reservoir Books 2009), publicada con notable éxito en 1973, Spielgeman narra la vida de su padre. Lo hace mediante las conversaciones que el hijo tiene con su padre ya mayor y en las que los recuerdos van tomando cuerpo. Éste, sin embargo, es un hombre lleno de miedos y obsesiones, un anciano con el que la convivencia es casi imposible. Art no hace ningún retrato edulcorado. Y pese a esto uno no puede dejar de empatizar con ese viejo (ratón) cascarrabias y, sobre todo, superviviente de mil peripecias.
No se trata, ni mucho menos, del primer cómic sobre el holocausto, pero lo que llama de entrada la atención de “Maus” es la caracterización de los personajes: los judíos son ratones (de ahí, lógicamente, el título del libro), los nazis gatos feroces, los polacos cerdos y algún inglés que aparece esporádicamente es un pescado (no sé si por su afición al fish and chips). Esto, aparte de una declaración de intenciones, resulta un planteamiento del todo innovador (algunos dirían que atrevido) puesto que estamos hablando de un cómic (o novela gráfica) que trata sobre el delicado tema del holocausto judío en la II Guerra Mundial. El género concentracionario se caracteriza por unos esquemas morales muy ajustados, donde las aventuras que pudieran minusvalorar los hechos o confundir la dialéctica víctima / verdugo se miran con lupa. El libro de Spiegelman innova en las formas pero mantiene el canon en el fondo. Su grafismo escueto consigue, sin embargo, transmitir muchísimas emociones. Esta obra le supuso a Art Spiegelman los premios Max, Harvey y Pulitzer, entre otros reconocimientos. Muy recomendable.

2 comentarios:

  1. Leí Maus estando de Erasmus en Bélgica y me "encantó", lo he regalado en varias ocasiones.

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  2. Tiene una pinta estupenda y parece muy inteligente. La buscaré, aunque me resulta doloroso recordar el holocausto nazi. Un abrazo.

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