Habría que hacer un pequeño vademécum sobre las múltiples formas del valor hoy en día. Escribí recientemente en un post que había que tener valor para presentarse en el Aaiun con una bandera saharaui. Pero también hay que tener valor, salvando las distancias, para organizar un encuentro de editores y escritores africanos en este mundo en el que nada más allá de los cuatro tópicos estúpidos de siempre mueve al conjunto de la ciudadanía. Una pequeña editorial canaria, Baile del Sol y Producciones Mirmidón, han organizado el II Salón Internacional del Libro Africano, en el Puerto de la Cruz (Tenerife) como ampliación del Encuentro de Editores de Canarias. Como lector, como amante del libro, agradezco iniciativas singulares y atrevidas como estas. Hoy he podido acceder a algunos escritores que eran, lo reconozco, completamente desconocidos para mi. Como el angoleño José Eduardo Agualusa o el editor mozambiqueño Celso Muianga. Espero que la lista se vaya completando estos días. De igual modo las mesas redondas y las actividades culturales paralelas redondean una oferta a la que un pequeñísimo y selecto público acude con indisimulado deleite.
Africa: ¡tan cerca y tan lejos! Cómo cambia la perspectiva cuando uno tiene la oportunidad de acceder por boca de los protagonistas a realidades que están a la vuelta de la esquina. Cuando se comprueba que hay una literatura viva más allá de los superventas que inundan las cada vez más magras, por otro lado, secciones de libros de las grandes superficies. Cuando tienes en la mano el libro de una pequeña editorial que ha hecho de esa edición toda una odisea. Efectivamente: hay que tener valor.
Africa: ¡tan cerca y tan lejos! Cómo cambia la perspectiva cuando uno tiene la oportunidad de acceder por boca de los protagonistas a realidades que están a la vuelta de la esquina. Cuando se comprueba que hay una literatura viva más allá de los superventas que inundan las cada vez más magras, por otro lado, secciones de libros de las grandes superficies. Cuando tienes en la mano el libro de una pequeña editorial que ha hecho de esa edición toda una odisea. Efectivamente: hay que tener valor.
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