domingo, 11 de diciembre de 2011

Cine a solas (5) Un método peligroso

Plantearse una película sobre la famosa y turbulenta relación entre Freud y Jung y que esta no sea una rareza de autor, destinada a un público selecto y minoritario, puede parecer todo un atrevimiento. Y esto es justamente “Un método peligroso”. Aunque la historia de atracción fatal y amor sadomasoquista entre Jung y su paciente Sabina Spielrein supone el núcleo de la película, el telón de fondo, con el psiconálisis y su lucha por aparecer como un respetable descubrimiento científico y la desquiciada sociedad vienesa de principios de siglo, logra una historia singular, alejada de los lugares más o menos comunes en los que se mueve el cine comercial.
Mi escasísimo conocimiento de Jung (lo del 'insconciente colectivo' y poco más) me llevó a adelantar un libro que tenía en cola, Richard Noll, "Jung, el Cristo Ario" (Vergara, 2002). Esto me sirvió para valorar a posteriori el extraordinario guión sobre el que está cimentada la película. Las referencias a los hitos principales de esta relación triangular, tanto amorosa como intelectual, están logradísimos. Podemos asistir, ayudados por una cuidada ambientación, al reinado de Freud (un Viggo Mortensen sobresaliente) como apóstol indiscutido del psiconálisis entendido casi como una nueva religión, a la desafección del príncipe heredero, Jung (Michael Fassbender), quien inicia una deriva que le llevará a adentrarse en el oscuro mundo del espiritismo y el mesianismo redentorista. Se pone de manifiesto la necesidad del psicoanálisis, dominado hasta entonces por judíos, de saltar esa barrera étnica en la que el ario Jung jugaría un papel esencial. En medio, Sabine Spielrein, interpretada de una manera un tanto sobreactuada pero muy meritoria (se nota lo de la nominación al Óscar) por Keira Knightley, una paciente afectada de una grave neurosis que termina convirtiéndose en amante de Jung y discípula de Freud, una de las primeras mujeres admitidas en los cenáculos psicoanalíticos. Hay una breve pero decisiva aparición del excéntrico Otto Gross, uno de los discípulos bohemios y morfinómano de Freud, quien intentara una combinación fecunda pero explosiva entre la Filosofía de Nietzsche, los postulados psicoanalíticos y el anarquismo. Aunque se presenta también como paciente de Jung, obligado por su iracundo padre, termina arrastrando al terapeuta hacia su propio terreno. Gross plantea la liberación del individuo de toda represión y la más absoluta desinhibición sexual hasta el punto de proponer la poligamia como la vuelta a la verdadera naturaleza humana. Una película inquietante y extraordinaria que tiene la peculiaridad, como buen producto psicoanalítico, de ponernos en los límites difusos entre la razón y la locura, entre las convenciones sociales y los deseos más profundos. Hay que verla.

1 comentario:

  1. gracias por la buena recomendación!! parece interesante.. después de verla comento.

    ResponderEliminar