Ya he aludido en más de una ocasión al proceso de “descomplejización” de la derecha. No se trata de que se se hayan vuelto más “simples” (que lo son) sino a que han perdido todos sus complejos y reticencias a mostrarse como tales (¿se acuerdan cuando todos afirmaban ser de “centro”?). Se encontraba el que suscribe esta mañana en una librería, único sitio decente (exceptuando alguna que otra cafetería) donde se puede pasar la “Jornada de reflexión”, cuando me topé con un librito que desató en mí todas las alarmas. Se titulaba “Libertad real ya” y adoptaba el mismo diseño, tamaño y estilo del “¡Indignaos!” de Stephen Hassell. La diferencia más apreciable, además del famoso altavoz de la portada que está vez aparecía como un capirote en la cabeza de un monigote con malas pulgas, era el desafiante toro del logo de Intereconomía. ¡Se pueden imaginar! Ya había visto otros panfletos que trataban de desacreditar al Movimiento 15M y a todo lo que oliese a peligroso izquierdismo. Pero lo de este libelo ya roza lo insultante. Como no iba a comprármelo le dí una rápida ojeada. Se trataba de una especie de manual de urgencia para que el lector de derechas o simplemente el despistado que pasase por allí dispusiera de “argumentos” frente al desafío al sistema que suponen los perros flautas de medio mundo. El hecho de que el diseño del libro tratara de pasar por una publicación más del 15M no es una cuestión menor. Es la típica filosofía de la simulación y de la apropiación de la derecha (en este caso en su versión más ultra). La feroz ofensiva de los muchachos de la derecha, desde que se sintieran despojados del gobierno en aquellas elecciones marcadas por los atentados del 11M , con los César Vidal, Sánchez Dragó, Pío Moa, Jiménez Losantos, etc a la cabeza, ha consistido básicamente en apropiarse paulatinamente de conceptos clave y de referencias históricas que jamás estuvieron en su diccionario político. En primer lugar, el de la 'Libertad'. Si la derecha representa la Libertad la izquierda, lógicamente, representa la opresión. No vamos a entrar en la raíz del concepto de Libertad tal y como la derecha lo entiende, porque eso daría para una tesis, pero está claro que es la libertad de los que más tienen para conservar sus privilegios y sus modos de vida frente a la masa rencorosa y envilecida que no es capaz de reconocer que los valores fundamentales, los de toda la vida y por la gracia de Dios, está en el bando de la gente de bien (los de misa diaria y una buena cartera de inversiones). Pero lo peor es que, como conclusión de la rápida ojeada, ellos se reclaman como los auténticos indignados (frente al Estado rapaz que les regula su vida y les cobra impuestos) y como defensores (¡el colmo de los colmos!) de la clase trabajadora que solo puede tener asegurada un mínimo de prosperidad con las migajas que les toque en la arcadia anarco-capitalista a la que aspiran los ricos de siempre, esa que les asegure su nivel de renta y sus ancestrales privilegios. Así que ojito, que esta gente viene muy crecida. Sobre todo porque saben perfectamente que estamos en un momento clave: la crisis social y económica estructural que estamos viviendo solo tiene dos posibles “salidas”: o revienta y vamos hacia algún tipo de modelo post-capitalista o da un salto hacia adelante con el desmontaje de lo poco que queda del Estado del Bienestar, acercándonos cada vez más al modelo asiático. Sobra comentar lo que esto último supone.
A partir de mañana sabremos lo crecidos que están. En fin, son los tiempos que vienen y no queda otra que aceptarlo no para bien sino para mal.Ya les ha llegado la hora y veremos las consecuencias.Desde mi punto de vista un futuro desperanzador.
ResponderEliminarNo se por qué, en estos tiempos que corren no hago más que recordar mi más temprana infancia, allá por los años 50. ¿Estado del bienestar? - No existía - . La parte buena es que los más despiertos tenían que agudizar el ingenio y la mala que los más dormidos la palmaban con mayor facilidad. Bs.
ResponderEliminarAl parecer el porcentaje alto de personas que no han votado tenían planeado reclamar en las mesas electoras porque consideraban que el sistema democrático es injusto. ¿es esto posible? Pues al parecer si es posible. existe uno o varios artículos por los que podías presentar una reclamación al funcionario que este en la mesa electoras en ese momento. El movimiento de los indignados explica todo el procedimiento y te da el modelo de reclamación. El problema fue que el gobierno se entero de esta posible reclamación que podía paralizar las elecciones y volverse a tener que realizar. Por lo que le digo a todos los funcionarios a través de las administraciones que cualquier reclamación que le entregen en la mano no deben recogerla y además deben avisar al policía presente para que se lleve a la persona que reclame al calabozo (supongo que durante un día).
ResponderEliminareste es un enlace sobre esto:
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/15-m-ptretnde-boicoter-los-comicion-presentando-reclamaciones-mesas-elector
Queda también bastante claro que si la mayoría de personas votan por el partido popular le están ofreciendo legitimidad a pesar de que pueden poner cualquier excusa. Ahora cabe preguntarse. Está claro que salga el partido que sea la situación va agravarse. Ahora bien, ¿Quienes serán los más afectados de esta crisis dependerá del partido político al que se haya votado? (Y esta pregunta es importante hacersela).
También, opino que el pequeño y mediano empresario no se crea que el partido popular le va ayudar tan facilmente, porque como empieze a favorecer intereses internacionales de empresas multinacionales, la banca mundial tomando y aplicando medidas de ajuste del fondo monetario internacional me parece que los daños seran casi universales para el conjunto de la población española.
saludos