viernes, 22 de junio de 2012

Incapaces


En estos años he podido ir añadiendo algunos capítulos más al amplio volumen de los desajustes universales. A veces da la impresión de que nadie está donde le corresponde, sobre todo en el proceloso mundo de la educación. En este sentido, puedo decir que he conocido a una monitora que trabajaba en una Casa de la Juventud y que era alérgica a los jóvenes, un profesor que impartía clases en un centro rural y que no se cansaba de comentarles a los chicos los “paletos” que eran, una tutora de un grupo con dificultades de aprendizaje y que no hacía sino horrizarse con las carencias de los alumnos y además se lo recordaba todos los días con un buen arsenal de airados lamentos e improperios. Todos estos perfiles disfuncionales no producen sino insatisfacción y un cúmulo de problemas. Pero es también consecuencia de la cultura caduca de que todo el mundo vale para cualquier cosa. En el ámbito de la educación hace falta ya que se elaboren los distintos perfiles profesionales, que se diseñe una forma de acceso que contemple todo aquello que resulta esencial en la docencia y que hoy apenas se tiene en cuenta. Resulta curioso que para una gran parte de trabajos se pidan pruebas psicotécnicas (por muy poco de fiar que sean). Pero en este delicado mundo nuestro eso parece una boutade. Y así nos va. He conocido también a verdaderos genios en su ámbito de conocimiento perfectamente incapacitados no solo para dar clase, sino para ponerse siquiera delante de un grupo de adolescentes (con el serio riesgo para la integridad psico-física que eso supone). Para bien o para mal, aquel mundo en el que al profesor se le presuponía su autoridad pasó a mejor vida. Ya no quedan sheriff del condado. Hoy hay que ganarse los galones a pie de obra y sin que eso te asegure gran cosa. Pero, al menos, la condición previa y deseable es que al sujeto en cuestión no le salgan ronchones en un aula poblada por la muestra más palpable de nuestra sociedad. Ese sería un pasito en la buena dirección.

5 comentarios:

  1. Es cierto, pero para llegar a eso no te parece que hace falta vocación, mucha vocación y muchos maestros llegan donde están como "un mal menor". Bsss.

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  2. No hay soluciones sociales para este problema individual. Sin embargo, si que se podría hacer bastante para que los profesores simpatizantes del PP y algunos post-franquistas no discrimen a los alumnos de origen familiar pobre. Aún recuerdo una señora con un status social alto dentro del I.E.S La Guancha llamada Bélen, que cada vez que entraba en el aula le pedía a los alumnos que por favor cerraran las ventanas. Aún recuerdo que se tapaba la boca con un pañuelo para evitar virus y bacterias procedentes de los alumnos al mismo tiempo que les roga que se alejaran. Aún recuerdo a esta horrorosa persona franquista que por llamarla simplemente de "Tú" jamás me aprobo en todo el curso. Estos personajes residuos del régimen franquista son aún frecuentes en los institutos. Y es horrible la cantidad de poder que tienen (le pedí al tutor ayuda y me respondio ¡deja ver..! porque esta señora esta muy reconocida). ¡Qué triste! por suerte la facultad donde estudio esta limpia de estos personajes franquistas, aunque si que hay algún simpatizante del pp que discrimina a alumnos por ser negros o pobres.
    saludos

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  3. Uffff cuanto dan de si nuestros recuerdos, yo podría contar también muchas cosas pero creo que lo que procede es hacer las cosas bien, así que te doy la razón, para educar no solo hace falta conocer las materias, es importante saber enseñar y para eso no está dotado todo el mundo, la vocación es muy importante. De pequeña mi madre me decía que estudiara magisterio y yo tuve muy claro que no era lo mío, no estoy capacitada por mucho que estudie, me dediqué a otra cosa, curiosamente tengo una hija que si que tiene vocación y da todos los días a los alumnos más de lo que debería teniendo en cuenta como están las cosas.
    Saludos y buen finde

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  4. Por supuesto que debemos a lo largo de nuetra formación descubrir lo que nos apasiona solo así, podemos trabajar en cualquier ámbito con ganas,con interés o con emoción. Pero por desgracia la vida no nos lo pone fácil muchas veces y desarrollamos nuestra profesión como podemos y donde podemos.Es casi una idelización pensar que existe gente adecuada a cada puesto y que encaje perfectamente con todas las características requeridas.Es una aspiración, creo del ser humano encontrarse en el lugar adecuado y el momento adecuado y no siempre es posible. Por supuesto que hay ámbitos en los que es imprescindible humanidad,comprensión,delicadeza unas dosis de compromiso, ya que trabajas con gente que está en proceso de cambio y en Educación el tema es más delicado de lo que parece, pero es la vida misma no podemos ser superhéroes por mucho que lo intentemos.

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  5. Afortunadamente el profesor autoritario ha pasado a mejor vida pero también afortunadamente, una gran parte del profesorado sigue considerando importante el aprender contenidos sin marginar, en ningún momento, los momentos lúdicos que tanta falta nos hacen tanto a profesores como a alumnos para poder afrontar la falta de valor que se le da al esfuerzo y la responsabilidad para lograr el éxito.

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