miércoles, 20 de enero de 2010

Cine a solas (1) Tiempos Modernos

Esta mañana cumplí con una de mis citas cinematográficas anuales: la proyección a 1º de bachillerato de “Tiempos Modernos”, la imprescindible e inagotable película de Charles Chaplin. Coincidiendo con un tema en el que se toca la teoría clásica de la Alienación (ya se sabe: Marx, Feuerbach...) dicha película es parada y fonda obligada. Quizás nadie como Chaplin ha sabido plasmar en fotogramas ese proceso de deshumanización al que somete el capitalismo salvaje al individuo, sobre todo la máxima expresión del mismo que es la producción en cadena. La primera parte de “Tiempos Modernos” expresa como nadie, en ese lenguaje propio de Chaplin, la degradación del ser humano, su reducción a una parte del engranaje productivo, simbolizado, sobre todo, en el momento en el que la máquina se traga al protagonista que termina por volverse loco. Aunque Chaplin trató de restarle importancia a la parte de crítica social que tiene la película es indudable, desde el primer momento cuando se asimila un rebaño de ovejas con los trabajadores que entran en la fábrica, que ésta fue hecha como un retrato pleno de ironía sobre el mundo que le tocó (y nos ha tocado) vivir. Otro momento verdaderamente icónico es aquel en el que el protagonista se ve por accidente liderando con una bandera roja una manifestación que termina siendo reprimida por la policía. No me voy a extender en el análisis de una película sobre la que hay escrito mil y un estudios. Lo que más me congratula de esta cita anual es que puedo comprobar cómo mi alumnado genera, año tras año, una corriente de simpatía y conexión con la película, cómo el mensaje de la misma sigue siendo vigente (rasgo distintivo de los grandes clásicos) y cómo queda claro que el año de producción (1936) no es en absoluto un elemento disuasorio como temen algunos. Por mi parte, después de tantos visionados, sigo encontrando detalles nuevos continuamente y, sobre todo, sigo riéndome y emocionándome como si fuera la primera vez que la vi. ¡Qué grande es Chaplin!
PD: sigo enamorado de Paulette Goddard.

1 comentario:

  1. ¡Cómo disfrutar con ese caramelo especial,como si fuera la primera vez, cada vez que lo encontramos entre las chuches de la pipera. Me has contagiado el gusto. Un abrazo.

    ResponderEliminar