No se trata de la Feria de Libro de Madrid (ya me hubiera gustado). Se trata de la infinitamente más modesta Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife. El pasado 5 de junio acudió a la misma el flamante último premio nacional de Narrativa, Kirmen Uribe. Casualmente había comprado unas semanas antes su libro “Bilbao – New York- Bilbao” (Seix Barral 2010) y apuré su lectura con el fin de acudir a la presentación. Este libro es una indagación del autor en sus propias raíces familiares a través de la figura de su abuelo, un marino vasco. En este contexto Uribe hace coincidir una multitud de historias, datos, observaciones y tempos. Durante el trayecto de un vuelo a New York que realiza el autor se va tejiendo una trama coral. De entrada, Uribe resulta un tipo simpático, agradable y cercano. Está considerado por la crítica, pese a su juventud (nació en 1970), como un renovador de la narrativa vasca. Uribe habló de su novela como un producto ágil, influido por los cambios en los modelos de comunicación operados por las redes sociales y abierto a las nuevas tendencias narrativas. Ahora bien, en una cosa no estoy de acuerdo con Uribe. Durante la presentación calificó a su libro de 'sencillo'. No lo es. Es una obra exigente. La complejidad de la trama y su despliegue como un gran puzzle requiere de una lectura atenta y concentrada. Es cierto, por otra parte, que el libro tiene una vocación innovadora. Su estilo formal nos remite efectivamente a un contexto muy de última hora. Sin embargo, mientras lo leía me preguntaba a qué me recordaba. La respuesta me llegó con rapidez: a John Dos Passos, el escritor norteamericano que también en su día diera una vuelta de tuerca a la narrativa de su país. Recuerdo con mucha cariño su Manhattan Transfer. Durante la firma del libro [por cierto ¿cómo se dedica un libro en una plataforma electrónica?] le hice partícipe a Kirmen Uribe de esta 'revelación' y confesó que era un gran admirador de Doss Passos (las filias dicen mucho de un autor). Uribe es un escritor que hay que seguir con mucha atención, que está destinado a seguir proporcionándonos textos memorables.
Y como quiera que la Feria andaba por allí y que las casetas estaban sedientas de público y agobiadas por el calor hice mis propios escarceos. La maldita crisis, y el recorte salarial que se nos avecina, me hizo ser muy conservador en esta ocasión. Sólo compre una recopilación de cartas y textos de Unamuno sobre Canarias “Las agonías insulares de Miguel de Unamuno” (Anroart 2010), un libro de Antonio Lozano que ya había leído pero del que no tenía un ejemplar, “Donde mueren los ríos” (Almuzara 2007), una novelita de Jean Teulé, “La tienda de los suicidas” (Ediciones B, 2010) y alguna que otra fruslería.
Y como quiera que la Feria andaba por allí y que las casetas estaban sedientas de público y agobiadas por el calor hice mis propios escarceos. La maldita crisis, y el recorte salarial que se nos avecina, me hizo ser muy conservador en esta ocasión. Sólo compre una recopilación de cartas y textos de Unamuno sobre Canarias “Las agonías insulares de Miguel de Unamuno” (Anroart 2010), un libro de Antonio Lozano que ya había leído pero del que no tenía un ejemplar, “Donde mueren los ríos” (Almuzara 2007), una novelita de Jean Teulé, “La tienda de los suicidas” (Ediciones B, 2010) y alguna que otra fruslería.
Gracias Damián. Me has recordado algunas anecdotas de mi infancia y juventud en la feria del libro de Madrid. Un abrazo.
ResponderEliminarEl libro me lo han recomendado ya unas cuantas personas, espero hacerme con él como lectura de verano. Había leído algunos de los poemas de Kirmen, que me han gustado mucho. Besos
ResponderEliminarCada año me digo, Emejota, "de este no pasa que me deje caer por la Feria del Libro de Madrid" pero ya sea por una cosa u otra... AEB, En la mencionada presentación Uribe leyó un poema, dedicado al hijo de su pareja, al que conoció con 13 años, que le puso los pelos de punta al público. Todo un personaje, este Uribe.
ResponderEliminarEsta soledad del mar, que por todas partes nos ciñe, es un poderoso sedante, es caso un narcótico
ResponderEliminarM. Unamuno, La Laguna de Tenerife
...adivina quién compró el mismo libro, tan calentito aún, que la librera no sabía aún el precio XD