domingo, 20 de junio de 2010

El Aula (6) Viaje escolar

Viajar es algo propio de la condición humana. Aunque sea al pueblo de al lado necesitamos desplazarnos. Por tanto que una etapa escolar concluya con un viaje es una buena idea. Es algo así como un rito iniciático. Suele ser en el ámbito de la escuela donde los chicos tienen su primer viaje sin sus padres (y en ocasiones el primero en todos los sentidos). Así que, a pesar del mayor o menor control del profesorado, puede pasar de todo. Es también el espacio en el que se conoce de verdad a la gente a fuerza de convivencia. Tal cúmulo de experiencias hace que este sea un momento especialmente inolvidable del paso por la escuela.
Resulta muy interesante observar el mar de relaciones complejas que se establecen, la respuesta de los chicos a los problemas y a las exigencias de la convivencia. Y en el trasfondo el escenario en cuestión, el lugar que se visita. Lo curioso es que esto termina quedando en segundo plano. Lo prioritario es encontrar el lugar en el grupo, estar a la altura de las expectativas que los demás tienen sobre uno. Es una prueba al final de madurez. Una prueba que muchos pasan satisfactoriamente pero que a otros les resulta difícil de digerir. He observado en estos años a chicos que han tenido una experiencia maravillosa y a otros que esto les ha resultado un infierno. En algunos casos resulta difícil cargar con la propia personalidad, desenvolverse solo en medio de tanta algarabía. He visto también a alumnos sufrir cuando se dan cuenta de que la vida lejos de casa es a veces dura, que el puesto en el grupo hay que ganárselo y que no se dan facilidades, que es duro competir contra personalidades apabullantes y desenvueltas. Las cosas no son nunca como las prevemos. Estas son las enseñanzas de los viajes en grupo.
Cuando un viaje se traduce en un cúmulo de vivencias inolvidables los lazos que se establecen son de otra naturaleza. Este ha sido el caso del viaje que acabo de realizar. Sólo puedo agradecer a las compañeras y al alumnado que me hayan invitado a compartir esta experiencia con ellos. Si me preguntaran qué ha sido lo mejor del viaje contestaría sin duda que convivir durante unos días con un grupo genial.

3 comentarios:

  1. Bienvenido a casa Damián, ya me contarás con calma, está claro que los viajes de fin de curso mueven muchas cosas, en los chicos pero también en nosotros, que puede que proyectemos de nuevo los adolescentes que una vez fuimos, muy al hilo con lo que nombrabas en la entrada anterior. me alegro de que regreses con buen sabor de boca.

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  2. Damián, me encanta esta entrada. Llegué hasta emocionarme. Creo que en verdad todos hemos aprendido mucho de este viaje y no solo de historia jeje. Ha sido una buenísima experiencia. Gracias.

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  3. ESTILO TELEGRAMA: Bienvenido. Precioso post. Bien cierto lo que dices. En USA, se estimula mucho, quizás demasiado, el arte de saber interaccionar en un grupo. Un abrazo.

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