tag:blogger.com,1999:blog-48602317405446623802024-03-13T16:57:08.635+00:00La inocencia del devenirIdas y venidas de un profesor de FilosofíaDamián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.comBlogger368125tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-35761398030498348182016-03-21T17:47:00.000+00:002016-03-21T17:47:01.584+00:00La versión hipócrita de la Semana Santa
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRe20bSTKk5iN8x8F7i0MryMwwcOKPM58gKlkr1D__kYTeliPH2gBw5e3yJf6RbXFboO-pUsCETs21BMsDSQTyHhKz2OH-Hj25gfOSurRoLSeI1d8OD4TO41jaa0ybc8CUYd9Nevkyf3w/s1600/Piedad.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRe20bSTKk5iN8x8F7i0MryMwwcOKPM58gKlkr1D__kYTeliPH2gBw5e3yJf6RbXFboO-pUsCETs21BMsDSQTyHhKz2OH-Hj25gfOSurRoLSeI1d8OD4TO41jaa0ybc8CUYd9Nevkyf3w/s1600/Piedad.jpg" /></a><span style="font-family: Calibri;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Saramago</b>, ateo confeso, autor del “Evangelio según Jesucristo”,
que le valiera su autoexilio de Portugal, tenía una pequeña escultura de una Piedad
a la entrada de su casa de Lanzarote. Cuando le preguntaban por la supuesta
contradicción que eso suponía respondía que él veía ahí una magnífica
representación del sufrimiento humano. Podríamos aplicar esta misma idea al
conjunto de la Semana Santa, por ejemplo. Podríamos convertirla en un espacio
para reflexionar sobre algunos universales de la condición humana: la entrega, la
compasión, la traición, la injusticia, el dolor, la esperanza, la muerte… y,
finalmente, el triunfo del amor. Podría ser una magnífica oportunidad para
rearmarnos moral y anímicamente respecto a las tragedias de nuestro tiempo: la
inhumana situación de los refugiados, la pobreza, la desigualdad, la vida miserable
y degradada a la que nos arroja este sistema antipersona. Mil y un dramas de
nuestro mundo. Sin embargo, la cosa ha quedado, desde hace tiempo ya, en un inmenso
postureo, un desfile de entorchados, oropeles, impostada solemnidad, en otra ocasión
para ver y dejarse ver, de narcisismo hipócrita, en una constricción sin esencia ni referente, un episodio
más de la necesidad del individuo de identificarse con lugares, imágenes, celebraciones
y colectividades que, en sí mismo, no difiere mucho de la cosa futbolística. Si
a Jesucristo le diera por dejarse caer de nuevo por estos lares a buen seguro
que hoy estaría detrás de una valla de concertinas en un inmundo campo de
refugiados o en una infinidad de sitios miserables antes que a hombros de un
trono repujado en oro. Mientras, sus supuestos seguidores, aquellos que dicen
ser herederos del mensaje de los desposeídos, se afanan hoy por mostrar sus
mejores galas para celebrar la muerte y resurrección de un rebelde que murió cruelmente
ajusticiado, pobre y abandonado por la gran mayoría de quienes unos días antes
cantaban aquello de “¡Hosanna!”. Tal como hoy en día. </span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-24852859669708222962016-02-20T18:06:00.000+00:002016-02-20T18:06:06.842+00:00El intenso eco de Umberto Eco
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzvxly1JAnbp5WWhyphenhyphen76JWV6m2AVsg4xzV2dCPFcilLaTDV5zmYml2ohAGZo97ghVSqI5vyb66fXHpGrjDGFMMU1aFSXuPUD45E35xIuzy0jK94jLaYc4blvOgBa_OIXHZNu6pmn5uLVY/s1600/umberto_eco_0.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzvxly1JAnbp5WWhyphenhyphen76JWV6m2AVsg4xzV2dCPFcilLaTDV5zmYml2ohAGZo97ghVSqI5vyb66fXHpGrjDGFMMU1aFSXuPUD45E35xIuzy0jK94jLaYc4blvOgBa_OIXHZNu6pmn5uLVY/s320/umberto_eco_0.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;"><strong>Umberto Eco</strong> era casi como el pan nuestro de cada día, una
figura, de alguna manera, siempre presente en el crecimiento intelectual de
muchísima gente. Mi primer contacto con su obra no fue en relación a su reconocidísima
dimensión como semiótico, sino a sus trabajo sobre el psicoanálisis y la
estética, dos cosas que en mis años universitarios me interesaban sobremanera.
Y como estudiante, ¿quién no se empapó su “Cómo se hace una tesis”? Aunque solo
fuese por eso la influencia de Eco en el alumnado universitario ya habría sido
notable. Además, nos legó un concepto dialéctico que hizo furor en su día a la
hora de acercarnos a la crítica de la cultura occidental y que sigue siendo una
referencia ineludible: “Apocalípticos e integrados” (y por supuesto, dado que
había que posicionarse, ya desde entonces me reconocí como apocalíptico,
faltaría más). Precisamente, su condición de crítico cultural, en su más amplia
acepción, y su carácter casi enciclopédico, dotaban a Eco de una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">autoritas</i> indiscutible. En sus últimos
años, innumerables lectores suyos disfrutamos y nos reconocimos en su activismo a la
hora de defender una idea de la Cultura alejada de la chabacanería rampante y
de la estupidización muchas veces inherente al triunfo arrollador de la
tecnología de la información. Su defensa del libro de papel y su condición de bibliófilo
irredento (llegó a atesorar una valiosísima biblioteca de más de 80.000
ejemplares) representaba para algunos algo similar al Faro de Alejandría. Como
novelista poco se puede añadir, dada que fue su faceta más conocida y popular.
Yo fui de los que me acerqué al “Nombre de la rosa” primero por la película
dirigida por <strong>Jean-Jacques Annaud</strong>, he de reconocerlo. Y, después de adentrarme
en el libro, hay que admitir que estamos antes esos escasos episodios en el que
es tan magistral la adaptación cinematográfica como la novela original. Sin
embargo, confieso que no pude terminar “El péndulo de Foucault”. Me pareció que
pecaba de un exceso de erudición que terminaba por sepultar a la novela. Tengo
a medias “El cementerio de Praga”, en cola de lectura “Baudolino” y mucho
interés por “Número Cero”. Como no podía ser de otra forma, un medievalista
como Umberto Eco tenía que encontrar muchas concomitancias con el carácter de
nuestro tiempo, cuestión esta que me interesa también enormemente. Con todo, si
hay un libro cuya lectura me ha producido más placer en los últimos años ha sido
“Nadie acabará con los libros”, un texto a modo de conversación con otro de los
grandes intelectuales de nuestro tiempo, Jean Claude Carriere. En este género
singular (igual que hiciera con el cardenal <strong>Carlo María Martini</strong> en “¿En qué
creen los que no creen?”) Eco se desenvuelve con una acreditada solvencia, como
el filósofo ilustrado que siempre fue. Y con el libro como pretexto termina, a
mi juicio, haciéndonos partícipes de una especie de legado intelectual: el de
ser testigos y filtros de lo mejor de nuestra cultura en trance de
desaparición. Es una lástima que ya no podamos estar al quite de la última de
las aventuras intelectuales del escritor turinés, de sus innumerables
inquietudes, de su presencia mediática, mesurada y radical al mismo tiempo. A
cambio, nos deja una vasta obra en la que queda tela que cortar. El eco de Eco
resonará todavía durante mucho tiempo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-3970145726344514592016-02-13T13:36:00.003+00:002016-02-13T13:36:55.098+00:00La motivación política de la derecha.
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKeL4YPu8d4jkOPDLHhumgtCIsFsD44CEvKN2oxQWnnSPl6y1-bkdtA34s5p3jGnfMHUE1011Tsj8I1yPPIufgt43F677uLNIl6q57eIlqLtJuippntbT1vgtgDhCx-K6rj6ah0RBURaw/s1600/Corrupci%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKeL4YPu8d4jkOPDLHhumgtCIsFsD44CEvKN2oxQWnnSPl6y1-bkdtA34s5p3jGnfMHUE1011Tsj8I1yPPIufgt43F677uLNIl6q57eIlqLtJuippntbT1vgtgDhCx-K6rj6ah0RBURaw/s320/Corrupci%25C3%25B3n.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: Calibri;">Al calor de la que está cayendo uno
se pregunta cuál puede ser la motivación que anida en cualquier militante de base
de un partido de derechas, al menos del hasta ahora hegemónico en este país.
¿Un ideal basado en las supuestas virtudes de la economía liberal?, ¿una visión
tradicional y conservadora del mundo?, ¿un “arriba España”?, ¿un
nacionalcatolicismo de graduación variable? Cualquiera de estas posibles
motivaciones, o una combinación de ellas, ha quedado empañada por una
constatación que parece inapelable: la derecha se ha revelado como una máquina
de saqueo y latrocinio sistemática. Hoy por hoy, resulta difícil entender a un militante
o aspirante a serlo que sea capaz de obviar el pozo de corrupción sin límites
en la que se ha metido desde hace tiempo la derechona nacional, a no ser que
sufra de un bloqueo cognitivo generalizado. La cuestión de fondo es que, por si
no quedaba todavía claro, el objetivo de esta opción política no es otro que
los negocios (los suyos). Y los negocios solo entienden de cuenta de
resultados. Por muchas milongas que nos cuenten aquí no se trata de palabras
grandilocuentes como “Libertad”, “Religión” o “España”. Se trata de asaltar los
recursos públicos, legislar para los amiguetes, plegarse a las grandes
corporaciones para hacerse luego con el terrón de azúcar, sacrificar a las
personas en el altar de la bolsa, tergiversar la memoria colectiva, negarles un
futuro digno a las <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>generaciones
venideras... La consecuencia de todo esto es la corrupción, que nos acerca cada
día más a Zimbaue y menos a una democracia madura y consolidada, y la
precariedad de grandes sectores de la sociedad. Como dijo un preboste de la
derecha hace muy poco, en un arranque de cinismo propio de esta gente: “la
desigualdad crea riqueza” (la suya, le faltó decir). Visto el panorama, resulta
incomprensible que personas de buena voluntad (que las hay) todavía piensen que
la derechona patria es una opción política válida o que militantes honrados no
rompan su carné del partido en las narices del secretario general de turno. Al
final, no puedo dejar de pensar que los aspirantes y los que permanecen en las entrañas
de este monstruo desbocado no son sino más de lo mismo, postulantes a ocupar un
puesto en la máquina de robar o a recibir alguna de las migajas que pueda caer
desde arriba. Cómplices de lo que está pasando, lisa y llanamente. </span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-75250042949105297012016-01-19T18:03:00.000+00:002016-01-19T18:03:47.337+00:00Política emocional
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj23f1os8PqACqAsaUfVaaBUMZOg2jaqOBznhyphenhyphenF6GwmJrPLQfkLUVOJSEJy00FixGk94HJfL7BGHsItEO36taB5EOyBFY6aoszleDRab0brj9akqAtEwvtUIWGVt7Zj6fE1jeq42xaWdAI/s1600/rastas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj23f1os8PqACqAsaUfVaaBUMZOg2jaqOBznhyphenhyphenF6GwmJrPLQfkLUVOJSEJy00FixGk94HJfL7BGHsItEO36taB5EOyBFY6aoszleDRab0brj9akqAtEwvtUIWGVt7Zj6fE1jeq42xaWdAI/s320/rastas.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: Calibri;">La izquierda ha llegado, por fin,
a la conclusión de que, como en todos los ámbitos de la vida humana, la
política también es una cosa emocional. Reconozco que a uno, de igual modo, le
ha costado aceptarlo. Sobre todo porque hasta hace nada estaba convencido de
que los datos, las estadísticas, los hechos hablaban por sí mismos y que para
eso bastaba oído y un poco de entendederas. La izquierda siempre pensó que la
revolución era una cuestión de toma de conciencia (racional) de la realidad por
parte de las clases oprimidas. Sabiendo que eso era un peligro para el orden
establecido, las oligarquías planetarias desarrollaron en las últimas décadas
el mayor sistema de alienación de masas conocido. Qué va a ser más importante:
¿la próxima expulsión de Gran Hermano o el hecho de que, como acaba de anunciar
Oxfam, el uno por ciento de la población concentre más riqueza que la mayor
parte de la humanidad entera? ¿Acaso llama más a la movilización la constatación
de que vivimos en un sistema de robo y corrupción generalizada o la antesala de
un Madrid-Barça? Ante este estado de cosas la nueva generación de izquierdosos
postmodernos, con muy buen tino, pone el acento en las rastas y coletas, las
proclamas que apelan a los sentimientos, la asistencia a programas de televisión
que horrorizarían a los antiguos y adustos patriarcas de los partidos clásicos,
buscan elementos de rebeldía e identificación, se reúnen en plazas y corean
consignas, viejas y nuevas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tuitean</i> a
mansalva con el efecto buscado de generar estados de ánimo y de opinión, ponen
en valor a personas que hasta hace poco ni hubieran pensado que podrían estar
representando a innumerables conciudadanos. Al mismo tiempo, sueltan encima de
la mesa medidas y demandas que chocan de frente con las políticas neoliberales,
atacan al sistema de privilegio de las castas dominantes y realizan gestos y
acciones con una enorme carga simbólica. A esto unos lo llaman populismo y en
realidad es política emocional. Lo que pasa es que las emociones también deben
manejarse con tino y mesura, so pena de generar saturación y desbordamiento y,
a la postre, anulación del efecto que se buscaba. La consecuencia, en todo
caso, se refleja en la posibilidad, por primera vez desde tiempos inmemoriales,
de activar políticas transformadoras, en dar voz a los sin voz y en poner cerco
al sistema de latrocinio generalizado que lleva echando humo desde los tiempos
en que el viejo dictador pescaba salmón. Hay que seguir muy atentos la jugada,
sí señor. </span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-17089917034359379372016-01-14T20:12:00.000+00:002016-01-14T20:12:42.578+00:00El Congreso de los descamisados.
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOzZP4I0BYUtyasMu02KGqpFwdmZSswdU-gw-p_Jm3zJjuf-k0EnaA37HMmQ6sRgdQ95jAi7VYv1ZeHSyR0BvNMTdhmUaOxSBj09xH-8OhobrlamEjKT4MFuDDSfHwnTMdEyKpPaTCkhE/s1600/25S-rodea-congreso-agencias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOzZP4I0BYUtyasMu02KGqpFwdmZSswdU-gw-p_Jm3zJjuf-k0EnaA37HMmQ6sRgdQ95jAi7VYv1ZeHSyR0BvNMTdhmUaOxSBj09xH-8OhobrlamEjKT4MFuDDSfHwnTMdEyKpPaTCkhE/s320/25S-rodea-congreso-agencias.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: Calibri;">Hubo un tiempo, no muy lejano, en
el que rodear el Congreso se convirtió en un desafío en toda regla al entramado
político al mando. Los manifestantes acudían de plazas y descampados, se
constituían en mareas, plataformas y colectivos de lo más variopinto y, sobre
todo, perdían el miedo día a día, después de tener que soportar las
consecuencias de una estafa en forma de crisis a las que otros, los de siempre,
parecían inmunes. Una cosa que se les reprochaba es que no representaban a
nadie, en todo caso a sí mismos. No se habían presentado a unas elecciones, no
tenían la legitimidad necesaria y, por supuesto, carecían del mínimo de
legalidad que amparara tanto descaro. Pues bien, la legión de descamisados,
golpeados por la crisis, indignados en cualquier grado y condición, ya tienen
su cuota de representación y han entrado por la puerta grande en la sede de la
soberanía nacional, ciudadana o popular (o como se la quiera llamar). De hecho,
hoy puede decirse que el Congreso de los Diputados se encuentra en el punto más
alto de su historia en cuanto a su índice de reflejo de la realidad social de
este país. Aparte de un 40% de mujeres, una significativa rebaja de la edad
media de sus señorías, podemos observar a personas de andar por la calle (o en
bicicleta, que tanto da), con sus pelambreras, ropajes y circunstancias. El
caserón de la calle de San Jerónimo, tradicional brazo político del poder
económico y financiero español, hoy es un poco más del estudiante, del parado,
de la humilde trabajadora que debe desprenderse de su hijo lactante para no
perder su puesto de trabajo, de los inmigrantes, de los discapacitados, de los
que apenas llegan a fin de mes, de los estafados, de los que jamás han visto
los brotes verdes de ninguna clase, de los que no pueden pagar la luz, de los
desahuciados y un largo etcétera. Es normal que la clase política encorbatada,
acostumbrada a tarjetas <em>blacks</em> y sobresueldos en pasta contante y sonante y en
especie, los que antes usaban gomina y hoy se sueltan el pelo, los que pensaban
que en el orden natural de las cosas ellos eran los únicos llamados a mandar,
es normal, repito, que estén muy preocupados. Algo empieza a cambiar. Algunos
han perdido su escaño en manos de descamisados y greludos, en manos de gente
extraña, desconocida, en manos de gente sencilla, inesperada y silenciada.
¡Tremendo atrevimiento!</span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-54861973545744718292016-01-08T17:31:00.002+00:002016-01-08T17:31:53.696+00:00El avance inapelable del Mundo Cutrelux.
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWI2N22gf91NebFqzoUAEJ_41JPfq9oQ8QZvt_Dem4HKO9OO_qpG5orCRm5FJnFhB-8iYjf1JPe2ZgFP-BaCYFN_nV95GEpNKsXprOFU2GYDG30YVafezKWi4QjwCZ0owqWVKToT-3fPg/s1600/Cutre.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWI2N22gf91NebFqzoUAEJ_41JPfq9oQ8QZvt_Dem4HKO9OO_qpG5orCRm5FJnFhB-8iYjf1JPe2ZgFP-BaCYFN_nV95GEpNKsXprOFU2GYDG30YVafezKWi4QjwCZ0owqWVKToT-3fPg/s1600/Cutre.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">¿No querían algunas pruebas
definitivas e incontestables del apocalipsis cultural en el que estamos metidos
hasta las cejas? Aquí las tienen: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Belén
Esteban</b>, una de las “escritora” de más ventas en los últimos años; el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pequeño Nicolás</b>, excrecencia nacional
de última hora, contratado para el Gran Hermano VIP ganando 3.000 euros al día;
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bertín Osborne</b> a la cabeza de los
índices de audiencia en 2015. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aterrador
¿no es verdad? Cuando cien mil personas abonan una pasta por hacerse con el tan
preciado tesoro bibliográfico de la Esteban, lleno de vivencias enriquecedoras
y ejemplificantes, en las que puede uno reconocerse en su condición humana,
cuando millones de individuos emplean una parte considerable de su tiempo en
las aventuras del pícaro jovencito o el señorito andaluz sempiterno, es que ya
no hay cama para tanta gente. Si pensamos que esas personas no están solas, que
tienen un entorno de familiares, amigos y vecinos con los que la mayoría de las
veces se comparte una cosmovisión muy aproximada entonces creo que es mejor ir
recogiendo los bártulos y meterse de lleno con aquel curso semiabandonado de
danés urgente. Estos datos apocalípticos no pueden despacharse con un sencillo
“es cuestión de gustos” o con una apelación al puro entretenimiento. Para
gustos o entretenimiento la panoplia de opciones en absoluto dañinas para la
estructura neuronal y la conciencia moral del personal es enorme. Pero que haya
una fatal coincidencia en que personajes como estos son los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">superstar</i> cuyas cuitas hay que seguir día
sí y al otro también es la evidencia de que el Homo Sapiens ha llegado, en
alguna de sus variantes, a un terrible callejón sin salida. ¿Qué se ha hecho
mal, entonces? ¿No estábamos antes las generaciones mejor educadas de la
historia? ¿La sociedad del conocimiento, las autopistas de la información, no
auguraban una nueva Ilustración? ¿La extensión de la ciencia, del pensamiento
crítico, no nos iba a permitir por fin desechar lo nocivo para quedarnos con lo
beneficioso? ¿Representan Belén Esteban, el Nicolás de las narices y el Osborne
pura cepa el ser humano nuevo, emancipado, que el pensamiento sesentayochista
auguraba para las décadas venideras? ¿Será que somos los que nos resistimos a
caer en el hoyo de la chabacanería más rancia los que estamos absolutamente
equivocados? </span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-20361617709867901962016-01-05T16:27:00.001+00:002016-01-05T17:58:56.458+00:00Bienvenidas, Reinas Magas.<div style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;">
<img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_Gka450JZKCZeecUU40otoSKTaJ-r_HCpIj9GYkSxT6JmxjWiE9uRbhVHQrFFroFdtA6hgWK3TdyyH89H78fAF_HEA7_tgU1ZIfE4d7qj3s1oypNt2kh8gQR0oGzU38VA9OXH9b32bO4/s320/Reina+maga.jpg" width="320" /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Hay que repasar de nuevo la cosa
de los mitos. Siguiendo a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Claude Levi
Strauss</b>, celebérrimo antropólogo, los mitos albergan una estructura
profunda y manifiestan el ambiente cultural en el que surgen. Sin embargo, no
son verdades reveladas, solo (y no es poco) una visión del mundo donde cada
cultura trata de conjurar su angustia y obtener un universo de sentido. Los
mitos son relatos y como tales podemos hacer con ellos un número indeterminado
de interpretaciones, sobre todo, si tomamos conciencia de su carácter narrativo
y en absoluto sagrado (al menos para una cultura postmetafísica como la nuestra). Si esto no fuera así nos hubiéramos perdido
reelaboraciones fantásticas como “La última tentación de Cristo”, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nikos Kazantzakis</b>; el musical
Jesucristo Superstar, la película “Yo te saludo, María”, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Godard </b>o “El evangelio según Jesucristo”,
novela que le costara el exilio a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José
Saramago</b> y que, a la postre, nos lo trajo a Lanzarote. Todas ellas fueron
reinterpretaciones “provocadoras” y heterodoxas en su momento y constituyen hoy
en día hitos de nuestro patrimonio cultural. Traigo esto a colación por la
absurda polémica respecto a las Reinas Magas que, “refrendadas” por el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Papa Francisco</b>, han saltado a la
palestra últimamente en Madrid, Valencia y otras localidades. Nuevamente surge
el rasgado de vestiduras por quienes consideran un crimen de lesa humanidad
contra la infancia que uno o varios reyes magos hayan transmutado en reinas,
como si tal cosa no pudiera ser potestad de unos seres prodigiosos que son
capaces de hacerse visibles simultáneamente en miles de sitios </span><span style="font-family: Calibri;">y repartir millones de juguetes en un par de horas por todo el orbe cristiano.
Hay quienes imaginan a los pequeñajos desconcertados, descreídos, desertando de
la magia de la Navidad al mismo tiempo que el mundo termina convirtiéndose en
un funeral al son de “La muerte no es el final” y donde la chiquillada ya no se
“porta bien” porque la cosa de los reyes ha dejado de ser creíble. Que en esta
libre reinterpretación de los mitos en algunos lugares opten por visibilizar reinas
magas, lejos de ser el fin de los tiempos, puede ser una preciosa oportunidad
para avanzar en un mundo diferente. El nuestro no puede seguir siendo una
sociedad anclada en mitos milenarios que expresan solo la forma de pensar de
pueblos de pastores nómadas y monoteístas que habitaron Oriente Próximo hace
miles de años. Deben ser relatos debilitados (como dirían los postmodernos) que
cumplan, a la par, una función mucho más potente en cuanto que expresión de una
sociedad que quiere avanzar en el camino de la justicia y en el que la mujer,
en este caso, no es solo la convidada de piedra a la que estamos acostumbrados.
Así que ¡bienvenidas, Reinas Magas!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-44807388104972605082016-01-03T19:08:00.000+00:002016-01-03T19:10:04.601+00:00Mundo ruido<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb1lJ9r3zwR9lwI95l3qC4DrVMFUnAfKn_cegAxoiz3QoEDKUd57aDoFwLlcaeYUAw0kcPutaE48LMVw_e3n7jEUSUtZ1-Risk8tSvaEXpBv8fxO65DN4hs9lCkBVIx-hxFivQHbogYnY/s1600/Ruido_Forges.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb1lJ9r3zwR9lwI95l3qC4DrVMFUnAfKn_cegAxoiz3QoEDKUd57aDoFwLlcaeYUAw0kcPutaE48LMVw_e3n7jEUSUtZ1-Risk8tSvaEXpBv8fxO65DN4hs9lCkBVIx-hxFivQHbogYnY/s320/Ruido_Forges.gif" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Cada vez se me hace más duro
estar en un local donde el nivel de decibelios de la música ambiente se funde
con las decenas de gargantas que gritan y, si se trata de una cafetería, con la
odiosa máquina de moler el café o la de hacer batidos. Solo un zombi puede
aguantar ese nivel de ruido. O la marchona demoledora que ponen muchas tiendas
de ropa para que el personal compre a ritmo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chunga chunga</i>. Por no hablar de los cines, donde los graves de las
explosiones y demás pirotecnia cinematográfica te pueden hacer saltar el hígado
por los aires. Y qué decir de las guaguas que pasan a medio metro de uno en el
momento justo de acelerar metiéndote, de propina,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una descarga de humo asqueroso directo a los
ojos. Cómo soportar al que tiene la inaguantable costumbre de hablarte gritando
cuando apenas está a un palmo de tu cara. Vivimos en un mundo de ruido, de
gritos, de sobrepresión sonora. Constituye una parte importante de este
escenario desquiciado en el que habitamos y al que, hay que reconocerlo, a más
de uno le parece música celestial. Por esto mismo, el silencio, en cuanto que
bien absolutamente escaso, se ha vuelto un lujo asiático, la mejor medicina
contra la locura de nuestro tiempo. Pero es una medicina que debe administrarse
con precaución a los enfermos. En alguna ocasión, he intentado hacer el
ejercicio de “escuchar el silencio” con mi alumnado y no son raros los
episodios de ansiedad y nerviosismo que se producen. Es natural. Eliminar de
repente gritos y ruidos, golpes y estruendo, eliminar esa densidad sonora y
descubrir un mundo de sosiego puede producir vértigo. Descubrir que en uno
habita un corazón que palpita o que en la lejanía se oye el ladrido de un perro
puede suponer para muchos una experiencia desconcertante. Qué cosas y qué
ejemplo de lo insalubre de este mundo. </span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-6139256922155370192016-01-01T18:09:00.001+00:002016-01-01T18:10:46.892+00:00Agrupémonos en la lucha final.<div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="color: black;">
</span><div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="color: black;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOxsec9aMFxJRi5Rm1sV0PXTSwbN_ErXY8ND4wlXXHiXnrpW0Rnx4XAB12OaR8JSLvq7bEtBhLBHBpGbiRFyPiHEXDinTOkWFGPMsf9xCvNP3cKQjfXdZh6Puilpz3QmgDyS4tXOrkDmI/s1600/Extraterrestre..jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOxsec9aMFxJRi5Rm1sV0PXTSwbN_ErXY8ND4wlXXHiXnrpW0Rnx4XAB12OaR8JSLvq7bEtBhLBHBpGbiRFyPiHEXDinTOkWFGPMsf9xCvNP3cKQjfXdZh6Puilpz3QmgDyS4tXOrkDmI/s1600/Extraterrestre..jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOxsec9aMFxJRi5Rm1sV0PXTSwbN_ErXY8ND4wlXXHiXnrpW0Rnx4XAB12OaR8JSLvq7bEtBhLBHBpGbiRFyPiHEXDinTOkWFGPMsf9xCvNP3cKQjfXdZh6Puilpz3QmgDyS4tXOrkDmI/s400/Extraterrestre..jpg" width="398" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;"> </span><br />
<span style="font-family: Calibri;"> ¿Dónde están los últimos
lectores?, ¿dónde aquellos que han roto con la telaraña del consumismo?, ¿los
que se ríen de la propaganda del gobierno y de las corporaciones financieras?,
¿los que arrojaron el traje de smoking al contenedor de reciclaje?, ¿los que
aborrecen el famoseo, el cutrelux y la globalización futbolera?, ¿los que oyen
a Mahler o a Deep Purple casi en secreto? En estos tiempos postreros ha llegado
el momento de agruparse en la lucha final contra el avance generalizado de la
estupidez. Ya no podemos mantener aquella consideración marxista de que la única
ventaja del proletario es que son más. Hoy el proletariado ha sido cautivo y
desarmado y quienes hacen girar sus vidas en torno a la última expulsión de
Gran Hermano o el partido de liga de turno sí que son más, inmensamente más. Lo
que toca es resistir, a pesar de que este infinitivo sea cuestionado por
quienes piensan que el secreto de la vida es adaptarse, fluir según el sentido
de la corriente, abandonarse al triunfo del pensamiento dominante. Vivimos en
un tiempo de descuento, en una época del fin que podría llegar a ser, incluso,
el fin de todas las épocas. Hace falta una ética del final, una actitud de
rescate de todo lo bueno que, a pesar de todo, hemos ido acumulando; una visión
distante, casi cínica, del acontecer. Y al mismo tiempo mucho sentido del
humor, mucha alegría dionisiaca para afrontar esta fase última del despliegue
de la tontuna humana que amenaza con llevarse todo por delante. La capacidad
del ser humano para huir de sí mismo es casi infinita, para mirar para otro
lado mientras se incendia Roma, para ensuciar el plato en el que come. Aunque
somos cada vez más escépticos sobre la posibilidad de que otra humanidad esté
por aparecer debemos actuar como si esta fuera una condición necesaria e
inevitable. </span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Con esta declaración urgente de
intenciones reactivamos <strong>La inocencia del devenir</strong> un par de años después, con la
esperanza de que sea uno de tantos lugares donde los últimos anacoretas puedan
felizmente encontrarse. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</span><br />
<div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-44537301469451146502013-01-10T18:52:00.001+00:002015-12-27T23:09:39.748+00:00¿Trabajadores de la banca?<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-rmB_sxpSJ14/TwSI59mEFrI/AAAAAAAAA8I/6HXVUZGw_Co/s1600/rollo-papel-higienico-euros.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-rmB_sxpSJ14/TwSI59mEFrI/AAAAAAAAA8I/6HXVUZGw_Co/s320/rollo-papel-higienico-euros.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Oigo en la TV que los numerosos empleados
de Bankia que corren el riesgo de ser despedidos protagonizan una manifestación
y un conjunto de medidas de protesta contra esa decisión de los mandamases del
banco y demás depredadores. Supongo que en la medida en que visibilizan su
protesta querrán arrancar algún gesto de solidaridad o al menos de comprensión
ante su situación personal del conjunto de la ciudadanía. Curiosa situación
esta. Me imagino a uno de estos empleados, algún director de oficina, por
ejemplo (que tan poco es para tanto en el organigrama de esos dinosaurios
financieros), tramitando un expediente de desahucio o desviando los escasos
ahorros de un abuelo hacia un fondo de inversiones agresivo y de dudosa
fiabilidad. ¿Debemos ser solidarios con estas personas?, ¿debemos acudir al
sainete aquel de la “obediencia debida” de aire tan rancio?, ¿son al fin y al
cabo trabajadores como cualquier otro a los que no les queda más remedio, por
mor de la cuenta de resultados del banco y del reparto de dividendos entre
accionistas y consejo de administración, que activar fielmente los
procedimientos de ejecución de embargo y desahucio? Interesante dilema. ¿Se
imaginan a estos empleados, o a uno solo de ellos, negándose a dejar a una
familia en la calle?, ¿objetando a esta medida? ¿No acudiríamos prestos muchos
ciudadanos en auxilio de un empleado de la banca que fuera puesto en la calle
por haber denunciado ciertas prácticas inhumanas? No sé por qué me cuesta
sentir un poco de cercanía con esta gente. Debe ser que soy poco dado a estas
cosas del mundo financiero. <o:p></o:p></span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-37316761073043130562012-11-08T19:18:00.000+00:002012-11-08T19:42:08.408+00:00A vueltas con ProIDEAC<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">La innovación educativa, la mejora de los procesos de
enseñanza/aprendizaje, la respuesta a los retos sociales, etc. debieran ser una
constante en todos los agentes implicados en este universo de la educación. En
esto creo que habría poca discrepancia. Nuestra Consejería de Educación con su
plan ProIDEAC (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pro integrar: diseño + evaluación,
aprendizaje competencial</i>) parece haber querido dar un salto decidido en este
sentido. Pero he aquí que los vientos huracanados que corren van en la dirección
contraria. Mal momento parece haber escogido nuestra afamada Consejería para
implementar un plan tan ambicioso. En el momento en el que la Escuela Pública
se enfrenta lisa y llanamente a un trance de pura supervivencia, los gestores
de la cosa educativa deciden liarse la manta a la cabeza y nos presentan una
revolución metodológica con aires de ordeno y mando. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Justo cuando las condiciones laborales y
profesionales del personal se encuentran en su punto más bajo desde hace
décadas los responsables de turno apuestan por tocar a rebato y nos ponen a
trabajar en centros masificados como si estuviéramos en una especie de
Summerhill. Quien suscribe, que es en el fondo muy afín a enfoques
competenciales y evaluaciones auténticas [sic], no deja de contemplar con
asombro cómo se ha llegado a este punto de evidentes contradicciones. En el
curso en el que al profesorado se le aumenta la carga horaria lectiva y
complementaria, en el que se ha producido un aumento notable de las ratios, en
el que los centros se encuentran con serios problemas para reponer el material
fungible más básico, es cuando se nos pide un salto cualitativo propio de un
entorno finlandés. Está claro que los resultados educativos que se desprenden
las distintas evaluaciones internacionales son verdaderamente pésimos para el
Estado Español en general y Canarias en particular.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero si queremos resultados como el finlandés
habrá que ir creando un entorno social y económico similar al finlandés. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Para
que no se diga, también soy de los que (aún) cree en el potencial transformador
de la escuela. Sin embargo, resulta cuando menos ingenuo pretender que con
políticas de desmantelamiento de los servicios públicos, que nos llevan a
escenarios de mera supervivencia, se pueden poner en práctica planes que
supondrían un estado de cosas radicalmente diferente. En ese sentido la nefasta
LOMCE es más coherente porque parte de la necesidad de dar marcha atrás en
muchos de los logros hasta ahora conseguidos. ¿Quieren ustedes unas prácticas
docentes en consonancia con los retos de esta sociedad del conocimiento (otra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">boutade</i>, por cierto) de la que hablan?
Empiecen por mejorar el acceso a la función docente, diseñando un perfil
profesional en consonancia, inviertan en educación lo que hiciera falta para
conseguir estos objetivos (¿se acuerdan cuando al comienzo de la crisis se
hablaba de que para salir de ella una educación de calidad era una herramienta
estratégica?), apuesten decididamente por la enseñanza pública, etc. Y solo
entonces planteamientos tan loables y ambiciosos como ProIDEAC serán
verdaderamente creíbles y rubricados sin ambages por el conjunto del
profesorado. En caso contrario, se habrá perdido otra oportunidad para avanzar
hacia una enseñanza de calidad que tanta falta nos hace. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-82227966146671928372012-10-31T19:10:00.000+00:002012-10-31T19:10:23.406+00:00La marca España<div class="_2w7 _8o _8t lfloat" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Hasta hace poco la idea de ‘Estado’ (con permiso de los
<em>neocon</em>), era todavía un cierto garante de protección social y redistribución de
la riqueza (he dicho “un cierto garante” –que está claro que la cosa nunca ha
sido para tirar cohetes). Pero he aquí que en los avatares del turbocapitalismo
nos vamos enterando de que incluso el Estado se ha convertido en una
corporación más. No sorprende, por tanto, que se hable ya alegremente de cosas
como la ‘marca España’ y otras zarandajas nada inocentes. En efecto, el Estado
es ya una marca de consumo ligada a una especie de trust empresarial. Pero a
diferencia del trust clásico donde un conjunto de empresas están controladas
por una misma dirección son estas las que ejercen el control real del Estado. Mientras
estábamos ocupados con la cosa del fútbol o decidiendo si unos eran naciones y
otros nacionalidades el asalto al Estado por parte del poder económico y financiero
se ha completado con un éxito rotundo. Ahora resulta que el poder ejecutivo se
ha transformado en una suerte de consejo de administración y el Congreso de los
Diputados en una asesoría legal. </span></div>
<div class="_2w7 _8o _8t lfloat" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">En este contexto, titulares como el que no
hace poco sacó un periódico de la derechona de este país cobra todo su
significado profundo: “La ultraizquierda arruina la marca España”. Hacía poco
que no leía algo tan tendencioso en apenas tres sustantivos y un verbo. Todo el
que se mueve en este país pertenece al peligroso y cavernario mundo de la
ultraizquierda que arruina (es decir, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">destruye</i>,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">echa a perder</i>) la línea de productos
comerciales en lo que se ha transformado el término ‘España’. Así que lo que
nos toca a partir de ahora es enfundarnos en un traje de faralaes y poner cara
de eterna fiesta a ver si logramos vender un par de fregonas más, algún que
otro jamón de jabugo y llenamos las infectas torres de apartamentos de Torremolinos
o Los Cristianos de buenas remesas de turistas empobrecidos de Manchester.
Cualquier otra actitud es poco menos que sospechosa de alta traición. La
derechona apuesta por la vieja política de barrer la basura debajo de la
alfombra, por mucho que esa ‘basura’ tenga el aspecto de casi seis millones de
parados y decenas de miles de personas vilmente expulsadas de sus viviendas. En
este nuevo orden de cosas nos acercamos peligrosamente a un mundo de ciudadanos
(con poder adquisitivo) y súbditos (que no tienen donde caerse muertos), a una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">democracia</i> del capital que es tanto como
decir una tumba para los derechos civiles. Lo peor de todo, sin embargo es que
el vulgo, haciendo caso del papel que le corresponde, santifica esta política
por activa y por pasiva (a las elecciones gallegas me remito). Así que,
conciudadanos, ¡a portarse bien! para que las élites políticas y económicas de
este país puedan seguir pagándose el servicio y el yate atracado en Puerto
Banús. Esto es: para que el orden natural de las cosas siga su curso mientras
la Liga de Fútbol llega a su ecuador y los explotados de siempre levantan
banderas para arrojárselas unos a otros con el fin de distraerse de lo vacía
que está su cesta de la compra. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<ul class="uiList _2s4 _4kg _6-h _4kt _6-j"></ul>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-53849682158444471862012-10-18T21:07:00.000+01:002012-10-18T21:07:37.235+01:00Gracias, señor Wert.
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Una asamblea de alumnos después del recreo en el hall de mi
centro… pensaba que estas cosas ya no las volvería a ver y ¡me alegro! El
ministro <strong>Wert</strong>, verdadero ariete de la derechona más rampante, ha tenido la
virtud de empezar a movilizar aquellas energías que permanecían en modo eco
desde tiempos casi inmemoriales. Que una confederación de padres y madres de
alumnos convoque una huelga, secundada por varios sindicatos de estudiantes, ha
sido toda una (grata) novedad. La reacción de Wert, secundada a su vez por las
asociaciones católicas (para quienes debemos vivir en el mejor de los mundos
posibles), no se ha hecho esperar: aquí todo el que se mueve es un peligroso
ultraizquierdista. Así que estos alumnos de mi centro son peligrosos
ultraizquierdistas. ¡Y yo sin caer en la cuenta!, ¡jugándomela todos los días
rodeado de jóvenes incendiarios, antisistemas, vagos y maleantes! ¡Gracias,
señor ministro, por abrirme los ojos! El ejercicio de educación para la
ciudadanía que ayer creí ver en mi centro, de puesta en práctica de un sinfín
de competencias básicas, no era sino una algarada de una pandilla de
potenciales <i style="mso-bidi-font-style: normal;">unabombers</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Afortunadamente, la paz de los cementerios que la
ultraderecha (esos sí que son ultras de verdad) quiere imponernos empieza a
resquebrajarse. A pesar de la llamada pretendidamente ejemplarizante de quienes
sostienen que con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ora et labora</i> se
arreglan los problemas del mundo, la perroflautería internacional, los
estudiantes sin papás con chequera interminable, los parados (que no quietos), los
transeúntes que apenas llegan a final de mes y las depauperadas clases medias
empiezan a no estar por seguir manteniendo la boca calladita. La masa
estudiantil, que antaño hiciera temblar a los prebostes que ocupaban el poder
como se ocupa un sillón catedralicio, vuelve por sus fueros. Dicho de otra
forma: ¡no está todo perdido! A pesar de la evidente bisoñez en estas
cuestiones de nuestros alumnos, reconfortaba “Wert” cómo, micrófono en mano, se
hacían preguntas que a nuestro poder pepero le debe hacer maldita la gracia: “¿podremos
pagarnos la universidad?”, “¿podremos acceder a una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>beca?”, “¿tendremos que emigrar de nuestras
islas?”… resumidas en un estremecedor “¿qué será de nosotros?”. Claro que a
estos chicos les ha dado por pensar, por hacer un alto en las cuitas de la liga
de fútbol, e, inevitablemente, ¡la hemos liado! Pues ¡a seguir liándola,
querido alumnado!, ¡que nadie les arrebate la voz ni la esperanza!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-31421778314728679882012-10-14T21:35:00.000+01:002012-10-18T18:43:03.796+01:00El artista y la modelo<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"> A LL.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Preciosista. Esta es la primera palabra que me viene a la
cabeza después de haber visto “El artista y la modelo”, la última película de
<strong>Fernando Trueba</strong>. Impresiona en primer lugar el lenguaje estético, visual, elegido por el
director. Trueba convierte su película en un fresco pictórico que pese a estar
rodada en blanco y negro o, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mejor dicho,
gracias a que está rodada en blanco y negro, alcanza unos matices que podríamos
calificarlos casi como impresionistas. Sin embargo, este lenguaje enormemente
cuidado, que se sustancia en una fotografía que raya la perfección, no es un
mero ejercicio de estilo, está al servicio de una historia que trata de algunos
de los universales de la condición humana: el amor, la pulsión estética, la
transmisión del saber entre las generaciones y la muerte, como telón de fondo y
que, lejos de ser un acontecimiento traumático, se convierte en un tránsito
natural y elegido por el protagonista. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Trueba plantea en esta película la
relación entre una jovencísima, provinciana e inexperta modelo y un artista, un
escultor para más señas, en el ocaso de su carrera. La acción transcurre en la
Francia ocupada por los nazis, a comienzos de la II Guerra Mundial. La
aparición de esta joven supone un postrero impulso artístico, y vital, para un
artista que llegó a ser muy célebre y que se encuentra cara a cara frente a un
vacío existencial. El proceso de elaboración de la escultura para la que posa
la joven modelo se convierte en una metáfora de la vida misma: el bocetaje,
muchas veces problemático, la estructura interna, las primeras formas, la maduración
y el acabado final. En este tránsito se produce además un proceso de ósmosis:
al mismo tiempo que el artista se vacía en el hecho artístico la modelo va
creciendo como persona, en un acto de generosidad casi inconsciente. En ese
proceso hay también, lógicamente, un momento de encuentro, en el que la
diferencia de edad, formación y posición social, pasa a un segundo plano frente
al reconocimiento mutuo, en toda su dimensión vital, que dos personas sienten
como consecuencia de la intensidad emocional de esa peculiar relación. “El
artista y la modelo” es una película para quienes, precisamente, entienden la
vida como una pulsión, del tipo que sea, pero una pulsión al fin y al cabo. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-77967439070831590152012-09-28T21:31:00.000+01:002012-09-28T22:49:42.585+01:00Mammon en el Congreso<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmnl3mbL6xaopjkC5MqXhl6dpgq0j5sJmZqgERcAGVKAf_F8l8pTfBGUGjkY4cqiv_JKOu9m9-KEcygsvt9UcaW6uFP8LcQD6vCkl2hj1wxaUy97JtwdCKo2aoP-r_d2XbxtiKrP7SSec/s1600/Mammon.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmnl3mbL6xaopjkC5MqXhl6dpgq0j5sJmZqgERcAGVKAf_F8l8pTfBGUGjkY4cqiv_JKOu9m9-KEcygsvt9UcaW6uFP8LcQD6vCkl2hj1wxaUy97JtwdCKo2aoP-r_d2XbxtiKrP7SSec/s320/Mammon.jpg" width="185" /></a><span style="font-family: Calibri;">La exposición en vigor en La Fundación Caixa Madrid dedicada
al pintor <strong>William Blake</strong> muestra al final del recorrido el célebre cuadro de <strong>George
Frederic Watts</strong>, <em>Mammon</em> (1884). Este cuadro, casi de tamaño natural, representa
a un tirano repulsivo sentado en un trono decorado con calaveras. En su regazo
guarda celosamente unas bolsas de dinero, mientras humilla a unos jóvenes que
yacen a sus pies. Watts refleja de una manera descarnada y brutal a esta deidad
de la riqueza y la opresión. Mientras la pintura del pintor inglés se muestra
al público, a modo de inquietante recordatorio,
miles de personas rodean el Congreso en la capital del Estado, de una manera quizás nada casual, para gritarle al
Mammon que hay dentro que ni lo queremos ni nos representa. En estos tiempos posmodernos
los sátrapas llegan al poder usando los resortes electorales y mediante todas
las trampas de la mercadotecnia que convierte la cara brutal del Mammon de
turno en un amable político besa niños. Volviendo a la sala de exposiciones, frente
a Mammon se encuentra otro de los célebres cuadros de Watts y de símbolo
completamente opuesto, <em>La Esperanza</em> (1878), en la que una joven, con los ojos
vendados, se aferra a una lira de la que solo queda una cuerda sin romperse. De
igual modo, nuestro futuro pende de un hilo. Nuestras posibilidades de vivir
una vida que no sea la de un moderno siervo medieval han quedado prácticamente
reducidas a la capacidad del conjunto de la ciudadanía de enfrentarse a los
mammones que pululan en parlamentos, consejos de administración bancarios y agencias
de calificación de riesgo. Pero el orondo tirano tiene además una larga porra
en la mano con la que abrir la cabeza a disidentes y librepensantes de distinto
signo. Mientras, el puto helicóptero da vueltas a modo de mosca cojonera a la
altura de la cabeza de Mammon, trazando círculos sobre su corona puntiaguda y
retratando fieramente a quien ose levantar la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-45486647029044771742012-09-23T17:21:00.000+01:002012-09-28T21:39:48.641+01:00Hasta siempre, conciudadanos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigkdlLn6aq-ehGpLJCDDgcJOhHZGSI4A-y5hnpFgrFKBNT5dbB5x8Hh7Y0zdt5KIMtB2S8Vd5z4RyRLrVh7s90MagiJ2_-oPhRvUIMVnLFlPqYQKg_MWt-odhG7IjJrnSoOdZj5tTCSEY/s1600/globo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigkdlLn6aq-ehGpLJCDDgcJOhHZGSI4A-y5hnpFgrFKBNT5dbB5x8Hh7Y0zdt5KIMtB2S8Vd5z4RyRLrVh7s90MagiJ2_-oPhRvUIMVnLFlPqYQKg_MWt-odhG7IjJrnSoOdZj5tTCSEY/s320/globo.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;"> Estimados conciudadanos y conciudadanas, que
habitual u ocasionalmente han leído estos artículos publicados en la revista
que tienen en sus manos bajo el epígrafe “De puño y letra”: ha llegado el
momento, con esta cifra redonda de cincuenta publicaciones, de poner un ¡hasta
siempre! a esta colaboración. Todo tiene una acotación en el espacio y el
tiempo y estos artículos no iban a ser menos. Espero haber cumplido el
propósito que los animó desde el principio: incitar a una reflexión sobre el
presupuesto de que la condición ciudadana, hoy más amenazada que nunca,
requiere de un ejercicio de crítica, de repolitización y de inconformismo
frente a lo que se nos presenta como inevitable. No se nace ciudadano. La
ciudadanía se construye generación tras generación y es sinónima de democracia.
Estos y otros ideales, que tanto ha costado afianzar a lo largo de los años,
están hoy seriamente en entredicho. Frente al ideal ciudadano se está
imponiendo una nueva forma de retroceso a la antigua condición de súbdito. Se
trata de la sumisión, no ya a un monarca absoluto, sino al reinado de los
mercados, al entramado político y financiero que nos gobierna, al fatalismo del
“no se puede hacer nada”. Hoy las decisiones importantes ya no están en manos
de la soberanía popular. Todo conduce hacia un nuevo feudalismo, con estilismo
chino, donde el poder económico y político está en manos de unas élites, con
nombres y apellidos, y donde al personal solo le queda aguantarse y subsistir
como pueda en medio de generosas dosis de adormidera en forma de pantalla
gigante de ultimísima generación. </span><o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En este sentido tenemos que
reapropiarnos de la Política. Arrebatarle su uso exclusivo a quienes se han
convertido en profesionales de la toma de decisiones y de la gestión de lo
público. Tenemos que estar vigilantes contra este retroceso en derechos civiles
que parece no tener fin y que amenaza con devolvernos al siglo XVIII a poco que
sigamos descuidándonos. Esto ha sido posible, en parte, gracias a los nuevos
instrumentos de alienación colectiva, entre los que sobresale poderosamente el
fútbol. De ahí mi machacona insistencia en esta serie de artículos de
prevenirnos contra esta aparente e inocente forma de distracción lúdica. El
caso es que esta sociedad ha devenido en una hueca sociedad del espectáculo, o
dicho más certeramente, de “distracción masiva”. Si tenemos al personal
descargando la ansiedad y la mala hostia acumulada en las cuitas de estos
millonarios del balompié a lo mejor se olvidan de que sus neveras están vacías
y sus posibilidades de mejorar su nivel de vida han quedado truncadas. No sea
que les dé por señalar a los responsables de esta estafa y la cosa se ponga fea
de verdad. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
el empoderamiento de la ciudadanía juega un papel esencial la educación. Como
esto lo saben los mandamases se han ocupado de justo lo contrario, de
devaluarla y de reducirla, fundamentalmente la pública, a su dimensión
meramente asistencial. Sin una educación pública, gratuita, universal y de
calidad esto no tiene arreglo. Pero lo lamentable es que ésta no perece ser una
demanda ciudadana ni una prioridad para nadie. Y así nos va. Tampoco lo es,
lamentablemente, llegar a un nuevo “pacto” con la Naturaleza (lo que no deja de
ser un pacto con nosotros mismo) de tal modo que tengamos algo que dejarles con
un mínimo de condiciones a las futuras generaciones. Y es que nuestra absoluta falta
de inteligencia colectiva llega a cotas asombrosas, hasta el punto de poner en
peligro, con nuestro modelo económico y nuestras prácticas políticas, nuestra
propia supervivencia como especie. No deja de ser otro signo de esa estupidez
rampante muchos de los comportamientos sociales que observamos: desde el culto
a la imagen personal al consumismo desaforado. Todo esto es el campo abonado
que nuestra afamada “clase política”, la de toda la vida, la que apenas
envejece (milagros del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fotoshop</i>)
campaña tras campaña, la que utiliza las instituciones como su cuarto de
aperos, necesita para que todo siga igual. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Indiscutiblemente,
son estos tiempos de lucha ciudadana. Tiempos en los que nos jugamos mucho,
tanto como nuestros propios derechos, nuestro modelo de vida basado en trabajar
para vivir y no al revés (cuando se tiene trabajo, claro). Son tiempos para
despertar de aquel largo sueño en el que pensábamos que a base de créditos
bancarios ilimitados tendríamos un nivel de vida sin parangón en la historia, que
el modelo a imitar era el de los jóvenes y agresivos cachorros de las finanzas.
Tiempos para replantearse de arriba abajo este sistema que se nos ha ido
revelando como insano, como pernicioso para la mayoría de las personas que
apenas llegan, o no llegan de ninguna forma, a final de mes. Tiempos de decir:
¡hasta siempre, conciudadanos!<o:p></o:p></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-63428841537700693222012-09-16T20:28:00.000+01:002012-09-28T21:43:45.743+01:00Por qué no soy nacionalista<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx_6nCaW-zDcS-Apdgvc0SzEysuUtKCKzb_v61yKQgCbnWhC8W19Vn9YSt-HCpUwu6izq816x_z-J-KGEKBq_zR4IaKra8pmQRmqN3R4x9NvJDaY4-PLmuWnrbm_qBLCe8mc-Yc6b6cfs/s1600/POLITICOS__foro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx_6nCaW-zDcS-Apdgvc0SzEysuUtKCKzb_v61yKQgCbnWhC8W19Vn9YSt-HCpUwu6izq816x_z-J-KGEKBq_zR4IaKra8pmQRmqN3R4x9NvJDaY4-PLmuWnrbm_qBLCe8mc-Yc6b6cfs/s320/POLITICOS__foro.jpg" width="268" /></a></div>
<span style="font-family: Calibri;">Ahora que parece que estamos viviendo un capítulo más de la
moda nacionalista convendría introducir en todas estas cabalgatas algunas
matizaciones. Uno no es nacionalista casi por las mismas razones que el
admirado <strong>Bertrand Russell</strong> no era cristiano. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Curiosamente, aunque el nacionalismo, o más
bien el concepto de ‘nación’, tiene un origen ilustrado y forma parte del
proceso de secularización que comienza en el Renacimiento, ha terminado por <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imitar y, en cierto sentido, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sustituir a la idea de Religión. Por mucho que
se hayan esforzado los teóricos del ramo, el concepto de “nación”, y con él toda
la cuestión identitaria, es una abstracción del mismo calibre que la idea de “Dios”.
Y por eso mismo, se presta al nivel de maleabilidad al que estamos
acostumbrados a ver últimamente. Digo esto porque no deja de ser tan “pintoresco”
que el periódico <em>El Día</em> se apropie de la bandera de las siete estrellas verdes
como que CIU, en Cataluña, se arrope con las senyera para tapar sus propias
vergüenzas. Bueno, alguien podrá decir, con razón, que no basta con ser
nacionalista, que a eso hay que añadirle otras coletillas como “de izquierdas”
o lo que sea. También está claro que la diversidad cultural es un bien en sí
mismo pero no tengo tan claro que una nación pueda llegar a ser un sujeto
político sin incurrir, al final, en algún tipo de totalitarismo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pienso que antes que jugar a la ruleta
nacionalista vale la pena andar por la senda de la democracia, aceptando el
derecho a la autodeterminación como una expresión más del derecho soberano de
los individuos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a elegir, y el de una ciudadanía
en clave cosmopolita (no exenta de ciertas dosis de utopía pero al menos
radicalmente antiexcluyente). Estos días, además, hemos asistido al lamentable
y recurrente espectáculo de los integristas de un lado armándola buena por el
último de los vídeos blasfemos sobre el Profeta perpetrado por los integristas
del otro lado. Y a riesgo de incurrir en alguna cosa sacrílega no puedo dejar
de correlacionar ambos episodios: la barbarie de las religiones
institucionalizadas con la emocionalidad casi infantil del nacionalismo.
Mientras no superemos estos estadios propios de esta minoría de edad política y
cultural en la que andamos metido mucho me temo que esto no tiene arreglo. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-32652260457397131992012-09-10T21:25:00.001+01:002012-09-10T21:25:38.600+01:00La valentía de un profesor
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Hacía años que no visitaba el paraninfo de nuestra vieja y
querida Universidad de La Laguna. Me alegró verlo en su magnífica restauración.
Y, pese a que la ocasión, el acto de apertura del curso, era un motivo un tanto
extemporáneo para quien suscribe no quería perderme, de ninguna manera, la
lección impartida por el catedrático de periodismo, <strong>José Manuel de Pablos</strong>. El
amigo Josema nos ha regalado a algunos compañeros la oportunidad de asistir a
los últimos retoques de su discurso. ¿Y por qué no quería perdérmelo? Entre
otras cosas porque lo que Josema había escrito era un acto de valentía y de
compromiso social del que la Universidad está tan huérfana. En medio de las
fuerzas vivas (y no tan vivas) de la sociedad canaria, en medio de esa especie
de vuelta a la sociedad estamental que representa un acto de este tipo, con sus
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">prima donnas</i> militares, políticas,
eclesiásticas y empresariales, con sus toques de campanillas para que el
auditorio se pusiera en pie (efectuada por una azafata a falta de monaguillo),
con sus <em>Te Deum</em> y sus <em>Gadeamus Igitur</em>, José Manuel de Pablos dio un puñetazo
dialéctico sobre el atril y le expetó al auditorio algo tan provocador y
revolucionario como la simple realidad social y política a la que esta <em>grey</em>
vive ajena. Josema habló de la extensión de la ignorancia como estrategia del
poder, del ataque frontal a la Universidad Pública que supone la subida de
tasas, de la manipulación informativa por parte de las oligarquías dominantes,
de la mediocridad de la clase política profesional, en fin… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Fue una lección
inaugural en tres actos donde no faltaron menciones a Gutenberg, Tim
Berners<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lee <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(creador de la web), <strong>Julian Assange</strong> (perseguido
por airear a través de<em> Wikeleads</em> las miserias del Imperio intergaláctico) y
hasta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el infaustamente nobelizado<strong> Obama</strong>.
Josema podía haber optado, como tantos otros catedráticos anteriores, por
cumplir con el trámite con una lección estrictamente académica o, como mucho,
con alguna mención de soslayo a este ataque frontal a los derechos civiles y
laborales de la ciudadanía como no se conocían desde el final de la II Guerra
Mundial. Y es que en José Manuel de Pablos habita un profundo sentido de una
ética de la justicia social, una clara convicción del papel de la Universidad
comprometida <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con la causa del progreso
colectivo. Pero el acto de nuestro profesor <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es también un acto de valentía, una virtud
moral claramente en retroceso en estos tiempos miserables que nos ha tocado
vivir, donde parece haberse impuesto el toque de queda para aquellos valores
que vayan más allá del sálvese quien pueda. La figura de Josema se agrandó no
solo por su texto perfectamente hilvanado, sino por el contexto, no en vano era
el escenario menos propicio para decir lo que se dijo, lo que había que decir,
lo que no se puede seguir ocultando. Muchas gracias, José Manuel. Al menos que
no nos arrebaten la voz ni la palabra. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-49593915040972119962012-09-05T21:48:00.000+01:002012-09-05T21:48:05.894+01:00La esposa del candidato
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Ya sabemos que los EE.UU son, entre otras cosas, el mayor
exportador mundial de estupidez, seguidos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>muy de cerca por China (que no solo en el PIB se compite). Cuesta creer
que una mayoría, o una parte significativa de la población, de este país se
zampe al pie de la letra las puestas en escenas de las convenciones de los
partidos en liza para las presidenciales del Imperio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Convención tras convención la corte de
asesores y especialistas en mercadotecnia escenifican el mismo ritual de la
vacuidad en <em>dolby sorraund</em>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>E
invariablemente el rebaño de ovejas se emociona ante las confesiones de la esposa
del candidato aireando las virtudes familiares y piadosas del presidenciable.
Las cámaras recogen a los maravillosos retoños de la pareja que asisten con
contenida satisfacción a las puestas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
escena de sus progenitores. No en vano coronan de esta manera toda una vida
enfocada a perfeccionar la telegenia y desempeñar el papel de perfectos <em>White
Anglo Saxon Protestan</em> (categoría en la que entra perfectamente un <strong>Obama</strong> más <em>white</em>
que ninguno). Los comentaristas, a falta de algo verdaderamente sustancioso, se
aplican en buscar algún guiño, una palabra fuera del guión, un renuncio que
añada algo nuevo a tanta previsibilidad. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Uno está, además, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por crear algún tipo de frente unitario contra
las versiones cantadas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por solistas <em>a
capella</em> del himno estadounidense. Por favor, señores mandamases ¡no nos
castiguen más con tanto arrebato de emoción patria! Ya sé que cada uno se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>monta el sarao como mejor le va (que para eso
también por estos lares tenemos nuestras convenciones a base de bocadillos de
mortadela). Pero como en este mundo globalizado en una sola dirección somos los
de este lado del planeta los que tenemos que tragarnos tanta estupidez
<em>mainstream</em> (y no al revés) tengan un poco de compasión de nosotros, pobres
siervos que pagamos religiosamente nuestro diezmo en forma de aplicados
consumidores de basura de todo tipo. Lo verdaderamente peligroso es que, como
ha quedado contrastado, la estupidez resulta altamente contagiosa. Y no habría
que extrañarse de que en un futuro cada vez más cercano, dada la indisimulada
cutre-política pepera, empecemos a ver a las esposas cañí de por aquí cerquita
alabando las paellas del candidato a dirigir la cosa patria, mientras los
niños, educados en los maristas (como corresponde a la clase dirigente), lucen
raya del pelo al lado y traje azul de chaqueta y corbata con gemelitos de oro,
recuerdo de la abuela. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A veces pienso que,
al igual que pasa con la próstata, hay algún área del cerebro humano que debe
estar para que la envíen de nuevo al taller de diseño. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-54792386533816895142012-09-02T20:04:00.001+01:002012-09-02T20:04:33.348+01:00Sobre sueños satisfechos
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3GhghqCkO2xre83MaOPHwOzT58L3m_dmlBZFs0sHgFUhXSzz9slnWjNkPl0OYVtsTrZH3t2RXiOz4CnqpisLJ4PQ-5MJuj4vchenwrNANLYJNNwjFJusiopQ6UOCHxVszBowWM1127e4/s1600/eudaimonia1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="60" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3GhghqCkO2xre83MaOPHwOzT58L3m_dmlBZFs0sHgFUhXSzz9slnWjNkPl0OYVtsTrZH3t2RXiOz4CnqpisLJ4PQ-5MJuj4vchenwrNANLYJNNwjFJusiopQ6UOCHxVszBowWM1127e4/s320/eudaimonia1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Decía <strong>Aristóteles</strong> que para ser feliz había que tener,
previamente, algunas necesidades materiales y afectos satisfechos. Y a partir
de ahí pues a cultivar la virtud, la contemplación y esas cosas. Esto parece
una obviedad, pero ¿cuántas personas pueden decir que tienen ese prerrequisito
cubierto y sobre todo con la que está cayendo? Se entiende que a muchas
personas en su lucha diaria por la existencia eso de la felicidad le suene a una
soberana milonga. ¿Es la felicidad un estado mental alejado de cualquier
influencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mundana? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero, en relación a esta vieja aspiración del
ser humano, el de alcanzar una vida plena y realizada, la cuestión es saber qué
hacer con nuestra existencia precisamente cuando estos requisitos previos, los
materiales al menos, están mínimamente cubiertos. Esta reflexión me viene a la
cabeza después de asistir hace unos días a la presentación por parte del joven
periodista tinerfeño, <strong>César Sar</strong>, de su largo viaje / odisea particular por el
mundo. César, hace poco más de un año, se lio la manta a la cabeza, dejó su
profesión y sus alforjas materiales y puso en práctica su sueño de toda la
vida. Con las dotes de gran comunicador que le caracteriza exhortó al público a
plantearse precisamente esa necesidad de enfrentarse algún día a los propios
anhelos y deseos insatisfechos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Al día siguiente hablaba también con una mujer
que dejó su profesión y apostó vital y materialmente por un proyecto que muchos
tildaron de disparatado: poner en funcionamiento una sala de teatro con una
programación estrictamente formativa – cultural. El caso que pese al riesgo de
tamañas empresas ambas personas tienen en común una actitud vital que podríamos
pensar que raya en lo que los griegos llamaban la “eudaimonía”, la búsqueda de
la “Felicidad”. Si de ambos pudiéramos extraer algún tipo de generalización
(aunque sea con una muestra tan pequeña) podríamos decir que la cosa pasa por
tener el control de tu propia vida, por hacer aquello que “estas llamado a
hacer” y por liberarte de esa suerte de miedos, inercias y supuestas
imposibilidades en la que, en realidad, muchas veces nos educan. Por mi parte
solo puedo añadir, en mi modesta experiencia en estos asuntos, que, en efecto,
siempre he pensado que los límites (a pesar de que es muy importante saber que
los tenemos) son muchos más laxos de lo que creemos. Al final es más importante
ponerse en movimiento, aunque no tengamos muchas veces claro el rumbo ni el
destino, que quedarse en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estación Termini
</i>esperando eternamente a que se abran los cielos. ¡Enhorabuena a ambos,
compañeros!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-26685065680738063872012-08-26T21:43:00.000+01:002012-09-02T19:53:46.282+01:00¿Por qué me gusta Sacha Baron Cohen?<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEbMSooABmhu1UEclPRsuN7DJAvPYTbjMBnWZvhXK-ktOHs16Plyoso8e_Dzn02fyhvCZmRJWqaR31vPlp74bMxvaKOuE-PZ7KBd6Q-Q7ZvWKKt_HrQ5-HX770uKeKMNwgkiwtgdeKsog/s1600/sachadicta.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEbMSooABmhu1UEclPRsuN7DJAvPYTbjMBnWZvhXK-ktOHs16Plyoso8e_Dzn02fyhvCZmRJWqaR31vPlp74bMxvaKOuE-PZ7KBd6Q-Q7ZvWKKt_HrQ5-HX770uKeKMNwgkiwtgdeKsog/s320/sachadicta.jpg" style="cursor: move;" unselectable="on" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: Calibri;">Después de ver “El Dictador” (2012) uno solo tiene dos
opciones ante <strong>Sacha Baron Cohen</strong>: o rasgarse las vestiduras en nombre de la decencia y las buenas
costumbres o rendirse incondicionalmente ante la capacidad de transgresión sin
límites de un tipo que, claramente, está más allá del bien y del mal. Si con
Borat se ganó, y no era para menos, la declaración de enemigo público número uno de Kazajistán, con El Dictador, el actor y director inglés traspasa todos
las líneas rojas de lo políticamente incorrecto. Más allá del afán escandalizador
hay en los personajes de Baron Cohen una carga de profundidad directa y
demoledora a la hipocresía y la doble moral de occidente. Su aparente desdén
por las convenciones culturales, sexuales, religiosas, éticas, etc. admite otra
lectura. Este hombre ha sabido captar el oscuro trasfondo que en realidad rige
el orden social y utiliza para ello una de las mayores armas de destrucción
masiva que se conocen: el humor. Un humor irreverente, corrosivo, descarnado y
obsceno en no pocas ocasiones. La escena en el que el dictador se dirige a los
políticos mundiales en una sala de lo ONU recomendándoles un régimen
totalitario como mejor forma política y poniéndoles como ejemplo lo que ellos ya
hacen es, sencillamente, impagable.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El
momento en que su consejero y traidor pacta con un político chino homosexual y
altos ejecutivos de las principales petroleras del mundo la venta de los
yacimientos de su país a cambio de generosas comisiones es más demoledora que
cualquier sesudo tratado de teoría política. En su asistencia al parto de una mujer
en medio de una tienda se le fue la cabeza por completo, pero Cohen tiene la
particularidad de que en el proceso de progresivo enloquecimiento de su
película hasta eso termina por tener cabida. Vueltos al mundo real, uno tiene
la sensación de que la línea que separa las convenciones sociales de un circo
de lo absurdo es más delgada de lo que parece. A lo mejor el protagonista
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Borat y Aladeen terminará
convirtiéndose en una especie de filósofo nihilista del siglo XXI que filma con
el martillo, escandaliza a los bien pensantes de medio mundo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y nos rompe la mandíbula a carcajadas al
resto. Bien por Sacha Baron Cohen, el segundo periodista más famoso de
Kazajistán y el Almirante General más disparatado de todos los almirantes
generales del planeta (y miren que hay una buena corte de candidatos –oficiales
y encubiertos). <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<img height="59" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEbMSooABmhu1UEclPRsuN7DJAvPYTbjMBnWZvhXK-ktOHs16Plyoso8e_Dzn02fyhvCZmRJWqaR31vPlp74bMxvaKOuE-PZ7KBd6Q-Q7ZvWKKt_HrQ5-HX770uKeKMNwgkiwtgdeKsog/s320/sachadicta.jpg" style="filter: alpha(opacity=30); left: 114px; opacity: 0.3; position: absolute; top: 195px;" width="96" />Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-20184555991839965392012-08-23T17:40:00.000+01:002012-09-02T20:26:07.763+01:00Gene Kelly que también estás en los cielos.<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi01D-btXiCRu11PcqFI_Wp9lOYC8OxLW6Zul7tuzB2UkHfy2czhx-errJ9bR7rriTHu_CyaBOrvRZFxzDe_fq-VTivLFO4SZ311teq7DfUdOlevbXI0g_gvxPp2MTbbHWISkbMJ9nnt5Q/s1600/Gene+Kelly.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi01D-btXiCRu11PcqFI_Wp9lOYC8OxLW6Zul7tuzB2UkHfy2czhx-errJ9bR7rriTHu_CyaBOrvRZFxzDe_fq-VTivLFO4SZ311teq7DfUdOlevbXI0g_gvxPp2MTbbHWISkbMJ9nnt5Q/s320/Gene+Kelly.jpg" width="240" /></a></div>
<span style="font-family: Calibri;"><strong>Gene Kelly</strong> hubiera cumplido hoy cien años. ¡Cien años! Me sorprende
de entrada que uno de mis más admirados personajes tenga edad, que no sea un
personaje fuera del tiempo, anclado permanentemente en los 40 años que tenía
cuando rodó “Cantando bajo la lluvia”. Quizás no fuera uno de los mejores
actores de su época pero como bailarín, como productor y como artistas nos legó
un puñado de películas inolvidables. Al clásico indiscutible ya mencionado,
habría que añadirle una de mis favoritas: <em>“On the Town”,</em> un musical que marcó
época y que fue de los pioneros en salir a la calle y abandonar los decorados
de cartón piedra. O ¿qué me dicen de “Un americano en París” y sus números
inmortales? ¿Quién no se ha puesto a tontear alguna vez con un paraguas bajo la
lluvia o ha esbozado alguna mala imitación de claqué? Yo sí, aunque con
resultados, evidentemente, desastrosos. Frente al acartonado y excesivamente
atildado <strong>Fred Astaire</strong>, Kelly sigue resultando un tipo moderno, atrevido,
acróbata (no en vano estaba dotado de una fuerza y elasticidad excepcionales).
Supo retirarse a tiempo y pasar a segunda fila cuando ya el cuerpo empezaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a no estar para grandes alegrías. Era un
obseso perfeccionista y exigía que los números musicales se ensayaran hasta la
extenuación. El “pobre” <strong>Frank Sinatra</strong> lo pasaba fatal con él, no en vano era un
tipo más proclive a vivir de su carita que a meterse a un maratón de ensayos
entre pecho y espalda. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Llevo tiempo intentado encontrar alguna bibliografía en
español sobre Gene Kelly, pero ¡nada! Ni siquiera con la excusa del centenario,
como suele pasar en otros casos, parece haberse movido la cosa. Así que si
algún lector tiene noticia de ello este humilde bloguero le estará muy
agradecido. Reconozco que Kelly era un tipo que me causaba, y lo sigue haciendo,
una profunda admiración. Gestualmente apenas iba más allá de esbozar su
característica sonrisa marcada por esa cicatriz suya de la mejilla. Pero cuando
se ponía en movimiento… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A mí esta movida
de los grandes musicales siempre me ha parecido el género más fascinante del
séptimo arte. Incluso he llegado a pensar que si convirtiéramos la existencia
en un gran musical otro gallo nos cantaría (o nos bailaría). Gene Kelly que
estás en los cielos, márcate unos pasos y alégranos esta maldita y mediocre
existencia dominada por peperos y mercadeos. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-66621398609710564252012-08-21T15:36:00.001+01:002012-09-02T20:30:35.125+01:00Previsores<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDeIp2DxOUS1l8DyApl_z70ByTYS_KdzBOi2x4wP6y2FJ_J_IIgOHXkIIfDw0OE4FaQwoN_q32Ga-XvKX8meRUKzlGhdHwFOLjwXc3WrIoyiSF4Tj18gkLMIZx2Y7oiJXFt2xq0OUWBYo/s1600/POLITICOS__foro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDeIp2DxOUS1l8DyApl_z70ByTYS_KdzBOi2x4wP6y2FJ_J_IIgOHXkIIfDw0OE4FaQwoN_q32Ga-XvKX8meRUKzlGhdHwFOLjwXc3WrIoyiSF4Tj18gkLMIZx2Y7oiJXFt2xq0OUWBYo/s320/POLITICOS__foro.jpg" width="268" /></a></div>
<span style="font-family: Calibri;">Hace algo
menos de veinte años, en el transcurso de un acto público en el que el político
de turno responsable de las grandes infraestructuras de esta ínsula trataba de
justificar la última de sus mega ocurrencias, tuve la oportunidad de hacer una
pregunta claramente impertinente: ¿tiene usted alguna proyección de las
posibles condiciones de vida en esta isla a diez, veinte o treinta años?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El político me miró como si le hubiera
preguntado por el Teorema de Fermat. El caso es que uno, en mi ingenuidad de entonces,
pensaba que los políticos también estaban para eso, para gestionar y tomar
decisiones mirando al futuro. Por supuesto que en aquella reunión se nos
aseguró que esa y otras infraestructuras eran las condiciones necesarias para
un futuro económico y social esplendoroso para esta tierra y que los que ponían
objeciones no eran sino peligrosos cavernícolas, abonados al ‘no’ a todo. Pues
bien, un par de lustros después (y con unas cuantas obras faraónicas de por
medio) estamos donde estamos, en medio de una crisis económica galopante que
tiene a nuestras islas en un increíble e inasumible 30% de paro. Es cierto que
desde entonces ha habido quienes han ganado mucho dinero con todo esto, que
todo se ha multiplicado por no sé cuánto, que los municipios han crecido de
manera exponencial muchos de ellos. Pero, curiosamente, esto no nos ha librado
del gran batacazo. Es más, en cierto sentido nos ha llevado a él. Previsores
que somos…<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Mientras el
beneficio económico inmediato de unos pocos siga siendo el motor de las
decisiones de calado que se toman en estas islas no tendremos remedio alguno. Y
mientras el personal piense que las cosas no pueden ser de otra forma pues más
de lo mismo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al final, lo único que
hemos conseguido es condenar a una o varias generaciones de jóvenes a tener que
marcharse de su tierra. Tenemos a una hornada de sociólogos, psicólogos,
científicos y un largo etcétera cuidando niños en Londres o repartiendo pizzas
en París. Y es que aquí, por muchos planes insulares de esto o de lo otro, mucho
documento técnico sobre ordenaciones de todo lo ordenable, en realidad se
carece de una perspectiva seria (o dicho de otro modo, sostenible, viable y
justa) del futuro de estas islas. Sobre todo porque se sigue apostando por un
modelo de crecimiento que está ya absolutamente caduco, basado en la
construcción, el turismo de masas y el faraonismo para mayor gloria del
mandamás que toque. Un modelo de “coge el dinero y corre”. Un modelo que nos ha
dejado las costas de esta isla que da pena verlas, pueblos abigarrados con su
identidad borrada (la mayoría de ellos), un parque automovilístico brutal y,
quizás, lo que es peor, la misma pobreza cultural que antes. Bien se dice que
lo peor, con todo, son las manías de nuevos ricos que nos entraron en las
últimas décadas. Pensábamos que esto iba a ser una especie de Montecarlo pero a
lo bestia, sazonado, eso sí, con mucha romería y exaltación de la cosa
verbenera-folklórica (con todos mis respeto por los verbeneros -folklóricos). El
caso es que perdimos (si es que llegamos a tenerla alguna vez) todo rastro de
memoria histórica. Nos olvidamos que esta tierra, en su fragilidad, fue tierra
de inmigrantes, que esto fue debido en gran parte a los sucesivos monocultivos,
a la estructura política caciquil, a nuestra dependencia económica, la nula
diversificación productiva… Más o menos como hasta ahora. No sé porqué me he
acordado en estos días de aquel político de entonces. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-14498033689091587412012-08-17T13:44:00.000+01:002012-08-17T23:08:56.929+01:00La educación prohibida<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxfpo7O2DSueqnEhhSs01MNNUmSVHXMBd_0xGLTCoUco6d5zPvvMxAwhZUs8khuSv6iYPSxGvbnGA_JwPZqPPDKksUzbdumBmrBdcl3BlUeqE7OocmL5p-zcWWGNBFfm53uexG7Ygd_DY/s1600/educacic3b3n-prohibida2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxfpo7O2DSueqnEhhSs01MNNUmSVHXMBd_0xGLTCoUco6d5zPvvMxAwhZUs8khuSv6iYPSxGvbnGA_JwPZqPPDKksUzbdumBmrBdcl3BlUeqE7OocmL5p-zcWWGNBFfm53uexG7Ygd_DY/s320/educacic3b3n-prohibida2.jpg" width="320" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxfpo7O2DSueqnEhhSs01MNNUmSVHXMBd_0xGLTCoUco6d5zPvvMxAwhZUs8khuSv6iYPSxGvbnGA_JwPZqPPDKksUzbdumBmrBdcl3BlUeqE7OocmL5p-zcWWGNBFfm53uexG7Ygd_DY/s1600/educacic3b3n-prohibida2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><span style="font-family: Calibri;">Congratula comprobar cómo, de vez en cuando, la educación se
pone en el primer plano, pero no por los miles de desastres que la aquejan,
sino porque todavía hay quien apuesta por una “revolución” en los fines y en
los medios. “La educación prohibida”, una especie de película – documental, de
factura independiente y libre distribución, está inspirada en los principios de
pedagogías que, si bien no son nada nuevo (como son las pedagogías <strong>Waldorf</strong> o
<strong>Freinet</strong>), siguen resultando un soplo de aire fresco en medio del proceso de
cosificación de la educación y por ende del ser humano que estamos viviendo. Hace
poco oía alarmado en una tertulia radiofónica cómo se ensalzaba al modelo
educativo surcoreano, en tanto que base de su enorme crecimiento económico, y
se hacía un llamamiento para que este pobre país nuestro tomara buena nota del mismo.
¡Horror! Esos tertulianos quizás desconocían (o lo que es peor, poco les
importaba) que este país tenga la mayor tasa de suicidios escolares del mundo y
que su modelo educativo cuasi militarizado sea absolutamente inhumano. Parece
que todo puede ser sacrificado ya en el altar de los mercados, incluida la vida
de nuestros niños. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es sintomático que una
película que habla de amor, libertad, respeto y creatividad en la educación, en
las escuelas, cause todavía tanta sensación, sobre todo si tenemos en cuenta que es una
producción hecha al margen de los circuitos comerciales y que ha tenido una
recepción exponencial<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en las redes sociales.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La abarrotada <strong>Sala Timanfaya</strong> del Puerto de la
Cruz era buena muestra de ello. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Por otra parte, también es un síntoma de la terrible deriva
que ha llevado la enseñanza (en especial la pública) en los últimos años,
obsesionada (informes Pisa mediante) con la cuantificación, la burocratización
(enmascarada bajo certificados de calidad y otras zarandajas) y el reglamentarismo.
En todo este proceso se ha ido perdiendo la noción de una educación centrada en
el desarrollo integral de la persona para terminar, de nuevo, en una visión
industrializada donde cualquier atisbo de vida creativa, alegría y empatía es
convenientemente cercenada. “La educación prohibida” pone el acento en un
debate ya antiguo pero no por ello (lamentablemente) desfasado. Como profesor
siento un poco de rubor al comprobar cómo, de alguna manera, uno contribuye a
mantener <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esa visión notarial de la
educación. Pero, esta batalla no se resuelve de un día para otro (aunque ya
empieza a durar demasiado). Por ponerle un “pero” a la película habría que
decir que quizás tiene un exceso de metraje y resulta un tanto redundante en
los mensajes nucleares. Aunque, pensándolo bien, el proceso educativo también
suele tener un exceso de metraje y ser redundante en los mensajes nucleares. Las
mejores cocciones son las que se realizan a fuego lento. Al final de la
película una veintena de irreductibles protagonizamos un animado debate que
terminó, como no podía ser otra forma, recorriendo los caminos de la política y
la naturaleza humana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Postdata 1. Hacía diez años que no veía una película en esta
Sala, el tiempo justo que lleva mi padre fallecido, y del que era acomodador y
taquillero. Me pareció verlo detrás de la cortina con la cara de satisfacción
que se le ponía cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en algún estreno el
aforo estaba a rebosar y sentía que el cine era una cosa importante.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Postdata 2. Aprovecho para felicitar a <strong>Mónica Lorenzo</strong>,
empresaria cultural portuense, por su heroica apuesta por mantener viva esta
llama en medio de los tiempos oscuros que nos ha tocado vivir. <o:p></o:p></span></div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4860231740544662380.post-73266701897174285392012-08-09T17:17:00.000+01:002012-08-09T17:36:50.880+01:00De Curro Jiménez a Sánchez Gordillo<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi77pZcQDGdTsSMPWWdkIckFGW0c9rbi3mazYPvTFI7A4z0HYc9OrPQ1gMXJgNxxS0bQYd_pZihPWqPAkWSAo2Ga9FpwbVICWenMcZPobBZAyj6FA15iVw-Zrg23C0f1cQBVxUgE-nfpuY/s1600/curro_jimenez%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi77pZcQDGdTsSMPWWdkIckFGW0c9rbi3mazYPvTFI7A4z0HYc9OrPQ1gMXJgNxxS0bQYd_pZihPWqPAkWSAo2Ga9FpwbVICWenMcZPobBZAyj6FA15iVw-Zrg23C0f1cQBVxUgE-nfpuY/s1600/curro_jimenez%5B1%5D.jpg" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi77pZcQDGdTsSMPWWdkIckFGW0c9rbi3mazYPvTFI7A4z0HYc9OrPQ1gMXJgNxxS0bQYd_pZihPWqPAkWSAo2Ga9FpwbVICWenMcZPobBZAyj6FA15iVw-Zrg23C0f1cQBVxUgE-nfpuY/s1600/curro_jimenez%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi77pZcQDGdTsSMPWWdkIckFGW0c9rbi3mazYPvTFI7A4z0HYc9OrPQ1gMXJgNxxS0bQYd_pZihPWqPAkWSAo2Ga9FpwbVICWenMcZPobBZAyj6FA15iVw-Zrg23C0f1cQBVxUgE-nfpuY/s1600/curro_jimenez%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXyX5IGG8Ha2dz5ke3ENQYSxADHyzA-MQIFMFxFwIigSRELdFR2Yags50WDYS55r1cEbHn7sh-au_t2tW-mtw8zgjyTcj_OTxU2woo66o8usPcEa6WuUDi5DQNyYR7BhWLIJypdo1nmo/s1600/sanchez+gordillo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXyX5IGG8Ha2dz5ke3ENQYSxADHyzA-MQIFMFxFwIigSRELdFR2Yags50WDYS55r1cEbHn7sh-au_t2tW-mtw8zgjyTcj_OTxU2woo66o8usPcEa6WuUDi5DQNyYR7BhWLIJypdo1nmo/s1600/sanchez+gordillo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><span style="font-family: Calibri;">Pues se ha muerto <strong>Sancho Gracia</strong>, el actor que encarnara al
bandolero más guay que ha parido las sierras andaluzas. ¿Quién de una cierta
edad no recuerda esa épica musiquilla de la cabecera de la serie mientras
aquellos jinetes, trabuco en ristre, no terminaban nunca de acercarse en el
horizonte? <strong>Curro Jiménez</strong> en su lucha contra los franceses invasores repartía
justicia y unas monedillas entre los aldeanos y labriegos, la grey
proletaria de aquellos tiempos. Pues muerto Curro Jiménez nos ha salido otro “bandolero
bueno”, <strong>Manuel Sánchez Gordillo,</strong> diputado andaluz y alcalde de Marinaleda. La
reciente acción de este antipolítico ha desatado todas las alarmas del Sistema (así,
con mayúscula). No hay nada más desarmante que aplicar una lógica simple: 1) en
las grandes superficies hay muchos alimentos que son objeto de especulación económica,
2) hay un número exponencialmente creciente de personas que pasan hambre, por
tanto, 3) anteponiendo un criterio de humanidad expropiemos esos alimentos.</span><span style="font-family: Calibri;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Desde un punto de vista ético es un razonamiento completamente plausible. El
problema es que en nuestro mundo la ética se da de tortas con la política. Por
eso, y como buen bandolero, Sánchez Gordillo ha sido proclamado enemigo número
uno del Leviatán de nuestros días, no sea que la cosa se propague y a los
menesterosos del mundo les dé por saciar su hambre directamente de las
estanterías de las grandes superficies y ¡adiós al negocio! Es de suponer que
estos sindicalistas de los de antes (nada que ver con el sindicalismo oficial
recibido con la correspondiente chaqueta y corbata por nuestro Jefe del Estado
especializado en elefanticidios) han sopesado muy bien el alcance de su acción.
Y es de suponer también que los consejos de administración de las grandes
superficies estén temblando no sea que los nuevos bandoleros acaben con esta
invasión, no ya de los gabachos, sino de los bancos teutones que nos tienen
bien acogotados y de la mancha de aceite ultraliberal que se propaga por todas
partes. La pregunta es ¿Curro Jiménez habría hecho lo mismo?, ¿aparecería el apuesto bandolero junto a sus inseparables Algarrobo y Estudiante, al final de la calle, sobre sus corceles de fina raza española, entrando a saco en un <em>Mercadona</em>? Y mira que nos
caía simpático este hombre. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Damián Marrero Realhttp://www.blogger.com/profile/01642043750882601083noreply@blogger.com1